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Análisis de valores

La ventaja crucial de los bonos convertibles de FCC

El canje en acciones es voluntario, a diferencia de los de bancos.

En los últimos tiempos, las empresas y los bancos españoles han lanzado una avalancha de deuda convertible en acciones. Los expertos coinciden en que el momento es propicio. Los emisores se aprovechan de unos costes de financiación más reducidos, en general, que los de la deuda tradicional y los inversores combinan la seguridad de los bonos con el potencial de la Bolsa.

Pero no todos los bonos convertibles son iguales. Los lanzados, en un primer momento por Santander hace ahora dos años, y luego por Sabadell, BBVA y Popular no tienen nada que ver con los que FCC colocó el miércoles.

Los del grupo constructor vencen a los cinco años, fecha en que los inversores decidirán voluntariamente su conversión en acciones. Si la cotización se sitúa por encima de 39,287 por acción, el precio de canje, los inversores así lo harán. En caso contrario, recibirán su inversión inicial, después de haber cobrado un cupón anual del 6,5%.

Por supuesto, su rentabilidad será inferior a la de las acciones en caso de que éstas se revaloricen. Pero los bonos dejan la puerta abierta a beneficiarse, en parte, de la subida. Esta opción estaría cerrada con la deuda pública, que ofrece una rentabilidad anual muy inferior, del 2,7%

En los bonos colocados por los bancos no existe una opción, sino la obligación de cambiarlos por títulos en una fecha determinada. Estos últimos deben compararse, a excepción de los de BBVA, con la inversión directa en acciones, pues el capital inicial no está asegurado. Hay que tener muy en cuenta la prima de conversión y los dividendos previstos, comparándolos con la rentabilidad ofrecida, en la mayoría de los casos ligada al euríbor a tres meses.

El híbrido colocado por FCC, además de asegurar el capital inicial si el comportamiento en Bolsa no es satisfactorio, no está tan subordinado como los bonos obligatoriamente convertibles. En el muy improbable caso de insolvencia del emisor, se situarían al mismo nivel en el orden de cobro que el resto de sus créditos. Estarían subordinados, eso sí, a préstamos por importe de unos 3.600 millones de euros.

La emisión fue un éxito, al colocarse el 100% del importe en sólo unas horas, aunque los expertos señalan que las condiciones para FCC han sido más desfavorables que las esperadas en un principio. "La operación es de gran importancia para FCC, que está ahora en una excelente posición", señala Gilbert Pla, director general en España de Société Générale, uno de las entidades coordinadoras de la operación. "FCC refuerza su estructura de capital, sin dilución y con una mayoritaria presencia de institucionales extranjeros", añade Ignacio Moreno, director de mercado de capitales de Barclays, la otra entidad que ha coordinado la operación.

¿Dilución?

La constructora realizará la conversión bien con cargo a acciones de nueva emisión (que supondrían en torno al 9% del capital actual) o con títulos de autocartera. Guillermo Barrio, de Ahorro Corporación, considera que lo más probable es que FCC no emita nuevas acciones.La operación, en todo caso, supondría, según Barrio, una dilución del beneficio por acción para 2010 de en torno a un 3%, debido al mayor coste del bono frente a otro tipo de deuda.

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