Bruselas augura a España una recesión más larga que al resto de la UE
La Comisión Europea mejoró ayer de manera sensible sus previsiones de crecimiento para la zona euro y la UE, adelantando su recuperación del primer trimestre de 2010 al tercer trimestre de este año. Para España, sin embargo, el pronóstico empeora en medio punto hasta una caída del PIB del 3,7% en 2009.
El ajuste de la economía española, según la Comisión Europea, avanza a un ritmo menor que el de sus socios de la zona Euro y de la Unión Europea y a finales de este año, según las previsiones presentadas ayer por el organismo comunitario, España todavía podría registrar una tasa trimestral de crecimiento del -0,1%.
Para esas fechas, las principales economías del Viejo Continente probablemente hayan confirmado su recuperación con tasas previstas de crecimiento que oscilarían entre el 0,1% de Alemania o Italia y el 0,3% de Francia o el 0,5% de Reino Unido.
Aunque la previsión para 2009 se mantiene en una caída global del 4%, la inesperada mejoría de los datos, en particular en Alemania y Francia, ha permitido a la CE adelantar en seis meses la entrada de la UE y la zona euro en crecimiento positivo. En sus previsiones de primavera, Bruselas auguraba un crecimiento negativo durante los cuatro trimestres de este año. Ahora, en las llamadas previsiones interinas, sitúa la caída sólo en los dos primeros.
En España, en cambio, según explicó en rueda de prensa el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, "el perfil es el de una recesión menos profunda pero más prolongada" que en otros países europeos.
La lenta recuperación, detalló Almunia, se debe a los desequilibrios de la economía española ya conocidos: "el mayor endeudamiento de los hogares, la crisis inmobiliaria, la balanza exterior y la elevada tasa de paro". Ayer mismo Eurostat indicó que la caída del empleo en España alcanzó el 1,3,% en el segundo trimestre de este año, casi el triple que la media de la zona euro (-0,5%).
A esos factores podrían añadirse durante los próximos meses la creciente dificultad presupuestaria para mantener en España las medidas de apoyo a la demanda y el riesgo de que los países en vías de recuperación comiencen a suprimir las suyas. Almunia no quiso comentar las subidas de impuestos que sopesa el Gobierno español. Pero pidió que "quienes puedan permitírselo, mantengan el apoyo para sostener la demanda agregada de la zona euro y de la UE". La vista parece puesta en Alemania, un país que tras las elecciones del 27 de septiembre podría empezar a recortar un déficit que rozará el 4% este año. Este mismo mes expira el plan de ayudas a la renovación del parque automóvil alemán del que se han beneficiado algunas plantas de producción españolas.
"Necesitamos una salida coordinada", advirtió el comisario, "si queremos evitar una caída del consumo". El comisario anunció que las medidas fiscales para combatir la crisis han alcanzado una cifra equivalente al 2,5% del PIB de la UE, siete décimas más de lo estimado hasta ahora. La contribución estimada de Alemania a esa inyección fiscal ha sido del 3,6% de su PIB, la segunda mayor en términos porcentuales, sólo por detrás de la española (4%).
Almunia atribuyó a esos planes de estímulo europeos, y a la política monetaria del BCE, una buena parte de la estabilización económica. Por primera vez en dos años", señaló el comisario, "podemos presentar unas previsiones con algo de optimismo, aunque también con algo de prudencia".
Almunia señaló que las previsiones incluso podían haberse mejorado en un cuartillo de punto, hasta una caída el PIB del 3,75%, pero la revisión a la baja de los datos de 2008 ha impedido esa mejora. La caída del 4% sigue siendo una cota abisal. Pero un año después de la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, que a punto estuvo de desencadenar un cataclismo financiero mundial, casi parece un mal menor. Sobre todo, si como calcula la CE, marca el fondo tras 48 meses de crisis. Aún así, Bruselas advierte que el desempleo continuará aumentando durante los próximos trimestres.
La cifra
-4% Bruselas mantuvo ayer su previsión de caída del 4% del PIB de la zona euro y de la UE en 2009, tal y como pronosticó el pasado mes de mayo.