La situación se hace especialmente delicada en provincias como Shaanzi, Hunan, Henan y Yunnan, donde se han extendido las protestas de padres con hijos enfermos. Estos menores sufren las consecuencias de la repetida exposición al metal y podrían padecer daños en su desarrollo mental.
Shengxian explicó al estatal ''Diario del Pueblo'' que las autoridades deben adoptar "medidas eficaces" y preventivas ante la contaminación de plomo, mercurio, cadmio, cromo o arsénico. "Es necesario cooperar con otros departamentos y llevar a cabo una rectificación exhaustiva de la contaminación por metales pesados", añadió el ministro.
La preocupación se ha trasladado a la localidad de Dazhai, en la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, y que se ha convertido en el último foco de contaminación masiva. Más de 200 niños de Dazhai y de la cercana aldea de Yingpan tienen niveles de plomo en sangre por encima de los recomendables.
Los residentes culpan de las enfermedades detectadas a un parque industrial que procesa metales como aluminio o cobre. "Nos han dado medicinas para esto, pero está causado por la polución de las industrias y deberían responsabilizarse por ello", denunció el ciudadano Xu Guqin, de 31 años. Algunos padres advierten de que sus hijos han perdido el apetito y sufren distintos problemas estomacales y digestivos a causa de la excesiva contaminación. Se quejan de que las autoridades locales realmente no atajan el origen del conflicto y no ponen el ojo en la potente industria china.