Se acabó la búsqueda
Yahoo por fin ha firmado un acuerdo con Microsoft. Pero las dudas de año y medio han hecho daño. En vez de venderse por una jugosa prima, la compañía se ha retirado de su negocio principal de búsqueda, externalizándolo a la gigante de Redmond. Esta situación recuerda a AOL.
El acuerdo impulsará los márgenes de Yahoo, que recibirá el 88% de los ingresos por remitir las consultas a Microsoft. Y puede recortar gastos, desde ingenieros a servidores. La compañía dice que el acuerdo podría generar 500 millones de dólares en beneficios operativos anuales y reducir los gastos de capital en 200 millones.
Pero Yahoo renuncia a varias cosas. Microsoft ha blindado su tráfico de búsquedas, que es el primer encanto de la compañía. Ahora hay pocas razones para que Microsoft o cualquier otro compre la compañía entera. Y Yahoo ni siquiera ha recibido efectivo por firmar el acuerdo. Sus accionistas se han espantado, provocando una caída de acciones del 12%.
Yahoo parece haberse quedado con la peor parte, pero la presidenta Carol Bartz tenía pocas opciones atractivas. Llegó al cargo en enero, bastante después de que Microsoft dejara de intentar la compra de Yahoo. Y la abrumadora superioridad de Google en motores de búsqueda -ahora controla dos tercios del mercado mundial- dejó a Bartz en una posición débil para negociar. Externalizar la búsqueda podría, de hecho, ser la mejor manera de exprimir los beneficios del negocio.
¿Qué le queda a Yahoo, entonces? El acuerdo no cubre las áreas de e-mail y mensajería instantánea. Si Yahoo los desarrolla, podría vender más publicidad y generar más beneficio de la derivación de anuncios de Microsoft. Se dice pronto, pero costará conseguirlo.
AOL, por ejemplo, ha intentado casi exactamente lo mismo: externalización de búsquedas, aumentar el negocio de mensajería instantánea y desarrollar contenido. Ha sido una aventura difícil. El precio que Google pagó por una participación del 5% en AOL en 2005 supuso una valoración de la compañía en 20.000 millones de dólares. Recientemente, cuando Time Warner recompró la participación, la valoración de AOL había caído hasta un cuarto de la cifra anterior. Las acciones de Yahoo se han desplomado un 52% desde que Microsoft se retiró de la puja el año pasado. Imitar la estrategia de AOL quizás no sea la mejor manera de frenar la caída.
Por Robert Cyran