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Estudio

Madrid, en cabeza del stock de capital público

Galicia registra el mayor aumento por habitante desde 1900.

La dotación de capital impulsada por los poderes públicos en España ha cambiado radicalmente desde principios del siglo pasado. Un estudio presentado ayer por la Fundación BBVA constata que la Comunidad de Madrid ha sido la gran beneficiada en términos absolutos, al haber ganado ocho puntos de cuota sobre el total nacional entre 1900 y 2007. Muy de lejos le siguen Canarias y la Comunidad Valenciana, con dos puntos de avance.

La acumulación de capital, un factor clave para explicar la riqueza y la renta generada por los territorios, cambia radicalmente si se considera la evolución de la población. Así, el stock de capital público por habitante se ha multiplicado por 25 en Galicia, una de las comunidades con menor avance poblacional. Las siguientes en esa tabla son La Rioja, Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha, todas ellas con crecimientos demográficos relativamente modestos. En cambio, los menores avances de capital público por habitante corresponden a comunidades muy dinámicas desde el plano demográfico: Navarra, País Vasco, Madrid y Cataluña.

La evolución del capital público per cápita recoge un salto fundamental a partir de la década de los 70; de hecho, desde 1960 hasta hace dos años la dotación por habitante se ha multiplicado por diez en términos reales, hasta alcanzar los 12.000 euros.

La dotación de capital por habitante se ha multiplicado por 10 en medio siglo

Respecto a la inversión anual, el gráfico de las tasas de variación del capital público neto denota que el ritmo de la segunda mitad del siglo XX llegó a triplicar el registrado en la primera parte del mismo. El inicio del salto se produjo en 1959, cuando el programa de estabilización impulsado por los tecnócratas del Opus llevó a una progresiva apertura económica. El otro gran impulso se produjo con la llegada de la democracia y se extendió a la década de los 80.

También se observan dos periodos de bajón en el crecimiento del capital neto, coincidentes con dos grandes recesiones: la de mediados de los 70, y la de 1993. Matilde Mas, profesora de la Universidad de Valencia y coautora del estudio, apunta que en ambos periodos se produjo un hecho político coadyuvante. En los 70, la transición supuso un periodo de indecisión inversora, en tanto no se aclarase la realidad política; a principios de los 90, el Tratado de Maastricht obligó a una mayor estabilidad presupuestaria y por tanto llevó a detraer recursos inversores. El estudio presentado ayer abarca hasta 2007, pero Mas sostiene que en el momento actual se debe estar produciendo un repunte, debido a los ingentes programas de estímulo fiscal aprobados por el Gobierno para mitigar la crisis.

La evolución política ha tenido también una clara repercusión en el origen del capital promovido. Así, en 2007 el liderazgo inversor correspondía a las comunidades autónomas, con un 30,7% del total. Le siguen, con sendos porcentajes del 23%, la administración central del Estado y las corporaciones locales. A principios del siglo pasado, el liderazgo de la inversión pública correspondía a agentes externos, que con la instalación de las líneas de ferrocarril copaban casi la mitad del capital. La evolución de las corporaciones locales también es llamativa: en 1900 alcanzaban casi un tercio de la inversión pública, para caer durante el franquismo al 18% y recuperarse hasta el entorno del 25% con la democracia.

En términos comparados, Mas explica que la dotación de capital público en España es muy superior a la de Estados Unidos, y "se encuentra en un nivel muy alto en el contexto de la Unión Europea y de la OCDE".

Cerca de cinco billones de inversión neta acumulada

Según los autores del estudio, el capital total acumulado en España en 2007 ascendía a 4,7 billones de euros, algo más de cuatro veces el producto interior bruto generado en un año. La inversión en vivienda supone la mitad de esa cantidad; el porcentaje restante, que puede calificarse de capital productivo, se reparte entre un 10,9% de capital público no residencial y un 39,1% de capital privado no residencial. Las infraestructuras de transporte e hidráulicas copan el stock de capital público, aunque el 60,5% de hace dos años queda lejos del 75% de principios del siglo pasado. La educación y la salud, cuyas dotaciones representaban en torno al 1% del capital público a principios del siglo XX, han ganado cuota hasta situarse en el 7,5% y el 3,7% en 2007, respectivamente.

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