La doctrina del maestro zen bate récords en la NBA
Phil Jackson se convierte en el técnico más laureado de la historia del baloncesto con métodos singulares.
El primer libro que Phil Jackson le regaló a Pau Gasol fue un ensayo sobre las vivencias de Ernst Hemingway en la guerra civil española. Desde entonces, ambos han charlado varias veces sobre historia de España. No es el tipo de conversación que uno podría esperar entre un jugador de la NBA y su entrenador. Pero nada en Jackson, el técnico que cada año regala un libro personalizado distinto a sus jugadores, es frecuente. Tampoco lo es su currículo: con la última victoria de Los Angeles Lakers, Jackson es el técnico más laureado de la historia de la NBA, el único que ha ganado diez campeonatos.
Conocido como el Maestro Zen -calificativo que rechaza, porque asegura que "resulta contradictorio en sí mismo, puesto que el zen no puede enseñarse"-, Jackson es un budista practicante que coqueteó con la contracultura y experimentó con el LSD durante su época de jugador, erudito de las costumbres de los pueblos indígenas norteamericanos, que da ocasionales conferencias sobre management y ha publicado cinco libros.
Como jugador, Jackson fue un rocoso ala-pívot que llegó a ser el jugador al que señalaron más personales en una de sus temporadas en la NBA. Cuando decidió dar el salto a los banquillos, su fama de "alternativo" le obligó a penar por plazas de segunda fila, como la liga de Puerto Rico, hasta conseguir un puesto como entrenador ayudante de los Chicago Bulls en 1987.
En ese difícil camino, el técnico admite que sumó todo el bagaje que le llevó al éxito. Entre otras cosas, conoció a Tex Winter, el hombre que escribió en 1962 el primer tratado sobre el triángulo ofensivo -el complejo sistema de juego que defiende hasta hoy-. También adquirió algunas costumbres en la dirección que mantiene. Por ejemplo, la de no pedir siempre tiempos muertos cuando el equipo va mal, en la idea de que, en algunas ocasiones, es mejor que los jugadores se acostumbren a tomar sus propias decisiones para enderezar el rumbo del partido.
La espectacular carrera de Jackson ha estado ligada a dos jugadores que, si no son los mejores de la historia del baloncesto, postulan seriamente a ese título: Michael Jordan en Chicago Bulls y Kobe Bryant en Los Angeles Lakers. Sus críticos, por tanto, ligan su éxito al haber contado con esas dos superfiguras, y se preguntan cuál habría sido la carrera de Jackson en otro equipo, con otros jugadores. Pero lo cierto es que ni Jordan ni Bryant han sumado ningún campeonato cuando no estuvieron a sus órdenes.
Aún más significativo es el hecho de que la práctica totalidad de los jugadores que han estado a las órdenes de Jackson han dado su máximo rendimiento con él. Ha sido frecuente el caso de jugadores que, con la fama cobrada en los equipos que dirigía, conseguían contratos de mayor categoría en otros destinos. Jackson siempre ha sido tajante al respecto, aconsejando a sus clubes no pagar más de lo que consideraba "precio de mercado" por jugadores complementarios.
El actual equipo de los Lakers es un ejemplo de esta filosofía. Durante cuatro años, sin gastar más allá del límite salarial de los equipos NBA, Jackson armó un bloque alrededor de Bryant conformado por jugadores quizá no brillantes, con un fuerte conocimiento del juego, especializados en tareas concretas -defensa, tiro, rebote -. El año pasado, al conseguir el fichaje de Pau Gasol, logró la guinda que faltaba a la tarta y llevó a los Lakers a una nueva final.
Además de regalar libros y lanzarles continuamente perlas filosóficas del tipo "la sabiduría siempre cuenta con ventaja sobre la fuerza", Jackson tiene también otro tipo de detalles motivadores menos sofisticados. Este año, por ejemplo, tras la única derrota en la final ante Orlando Magic, organizó una de sus "salidas sorpresa" con toda la plantilla. Metió a los chicos en un autobús y los llevó a ver una película de acción con John Travolta y Denzel Washington. En ocasiones previas, las excursiones han sido a lugares como museos o a campos de juego de paintball.
Quizá el mayor éxito en su labor de motivador fue conseguir que Dennis Rodman, el desequilibrado pívot del pelo multicolor, hiciera a sus órdenes el mejor juego de su carrera. En cambio, fracasó con Shaquille O'Neal, que se negó a leer los libros de Nietzsche que Jackson le regalaba, pese a su empeño en autobautizarse como "el gran Aristóteles", y terminó marchándose de los Lakers.
CV
Nombre Phil Jackson. Edad 63. Carrera como jugador New York Knicks (1967-1978) y New Jersey Nets (1978-1980). Carrera como entrenador Tras dirigir a un equipo de la liga secundaria CBA y dos en Puerto Rico, entrenó a los Chicago Bulls (1989-1998) y Los Angeles Lakers (1999-2004 y 2005-hasta hoy). títulos Campeón de la NBA como jugador en 1970 y 1973 y como entrenador en 1991, 1992, 1993, 1996, 1997, 1998 (Chicago), 2000, 2001, 2002 y 2009 (Lakers).
Resumen de una carrera impecable
Cuando Phil Jackson se hizo cargo de los Chicago Bulls, el equipo contaba con la mayor estrella joven de la Liga, Michael Jordan, pero no era capaz de sumar títulos. Tras el despido del entrenador titular, Jackson, en su segunda temporada, sumó el primero de tres campeonatos consecutivos. Al año siguiente, Michael Jordan se retiró, con 30 años, hundido por la muerte de su padre. Volvió año y medio después. Y al siguiente, de nuevo los Bulls encadenaron tres títulos.Las malas relaciones de Jordan y Jackson con el propietario de los Bulls llevaron a que ese equipo, el mejor de todos los tiempos -entre otras cosas, el que ha ganado más partidos en un solo año-, se disgregara. Tras una temporada sabática, Jackson firmó por uno de los grandes de la liga, Los Angeles Lakers, y comenzó otra racha de tres campeonatos seguidos. Al cuarto, sin embargo, los Lakers cayeron estrepitosamente en la final ante Detroit Pistons, víctima de la guerra de egos entre el joven Kobe Bryant y Shaquille O'Neal.El conflicto llevó a Jackson a renunciar, para volver al año siguiente a cambio de 10 millones de dólares anuales. Jackson comenzó entonces, en 2005, un camino lento que ha conducido hasta el título de este año, construyendo un equipo a su medida.