Salgado estudia eliminar el veto autonómico a las fusiones de cajas
La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, ya se ha reunido con los bancos y les ha comunicado que será tras las elecciones europeas del 7 de junio cuando se apruebe el plan para recapitalizar a las entidades que lo necesiten a través de un fondo. Si es necesario fusionar una caja para su salvación, el decreto establecerá el cese de su asamblea para que los Gobiernos regionales no bloqueen la operación.
El Gobierno aún no ha cerrado el esquema del plan de rescate del sector financiero español. De hecho, todos los bancos y cajas consultados afirman desconocer la existencia de un documento en el que se desarrolle el real decreto que Economía pondrá en marcha para recapitalizar a las cajas, principales adjudicatarias en estos momentos de las posibles ayudas públicas.
Pese a ello, los bancos conocen ya una gran parte del plan que está elaborando el Gobierno a través de la propia Elena Salgado, que se ha reunido hace dos semanas con los responsables del sector. No sucede lo mismo con el otro sector, el de las cajas, en estos momentos el protagonista del debate sobre las vías de rescate en el sistema financiero español, con quien la vicepresidenta no ha mantenido aún negociaciones.
Economía ha explicado a la banca que el rescate del sector tendrá, como ya ha repetido en varios foros, tres fases, siempre incidiendo en que lo mejor son las soluciones individuales. Pese a ello, la titular de Economía ha insistido en que todavía no se ha cerrado el proyecto definitivamente y todo podría cambiar. Hay que tener en cuenta, además, que el jueves se nombró a José Manuel Campa sucesor de David Vegara como secretario de Estado de Economía.
El primer paso consistiría en la puesta en marcha de un plan de reestructuración, con cierre de oficinas y otras vías para reducir costes y fortalecer balance con el apoyo de avales del Estado e incluso con la compra de activos.
En la segunda fase entrarían en juego las concentraciones. Se intentaría que una caja solvente absorbiese a otra menos sana, preferentemente de otra comunidad autónoma. En este caso, el Gobierno daría ayudas públicas vía inyecciones de capital con la compra de preferentes o cuotas participativas, entre otras fórmulas, para apoyar el proyecto de unión y evitar así que la institución con problemas contagiase a la sana por falta de recursos propios.
Para vetar la posibilidad de que el Gobierno regional intente imposibilitar esta operación de integración, la intención del Ejecutivo central es establecer por decreto ley la eliminación del poder de la comunidad autónoma a desautorizar la operación. Para llevarlo a la práctica se cesaría a toda la asamblea de la caja menos solvente si quiere recibir ayudas a través del fondo de reestructuración para su salvación.
El tercer paso del plan de rescate que diseña el Gobierno central se aplicaría sólo a las entidades que no encuentren soluciones a través de fusiones o con la aplicación de un proyecto de reestructuración de su negocio. En esta fase entraría de lleno el fondo de reestructuración, en el que también participará en un 25% aproximadamente los Fondos de Garantía de Depósitos de bancos, cajas y cooperativas. En estos casos el Banco de España intervendría la entidad y, como en el caso de Caja Castilla La Mancha (CCM), intentaría salvarla para evitar su liquidación.
En el plan de rescate, según Europa Press, el Gobierno también estudia que los bancos puedan comprar cajas en dificultades, aunque sea de forma indirecta, con la adquisición de activos y oficinas.
El reto está en los resultados del primer semestre del año
Las cajas quieren que el plan de rescate del sistema financiero se acelere. El gran reto para el sector de ahorro será el primer semestre de este año, cuando se tengan que presentar al Banco de España las cuentas de la primera mitad de ejercicio y, por lo tanto, el plan previsto de reparto de resultados y dotaciones, una vez que la morosidad parece que no tiene visos de descender. "Será entonces cuando se compruebe el nivel de recursos propios de cada caja y las coberturas con las que cuenta", señala el ejecutivo de una caja mediana. La modificación de la circular contable puede ser una solución. Y puede, insiste el sector, aliviar las mayores necesidades de fondos propios.