El arte del silencio corporativo
Ante una situación de crisis, si se apuesta por el silencio de forma espontánea y sin prever las consecuencias, se corre el riesgo de destruir, en una estrategia omisiva, el posicionamiento de la marca o entidad. Una coyuntura de crisis no permite a las compañías improvisar su estrategia de comunicación. æpermil;sta adquiere mayor importancia y, por ello, es necesario planificar en detalle las distintas fases, de manera que queden contemplados todos aquellos aspectos que se hayan producido a consecuencia de este cambio de atmósfera.
No hemos de olvidar que existe una tendencia nata en la esencia de las personas que consiste en guardar silencio ante acontecimientos incómodos. Ahora bien, las empresas no pueden permitirse el lujo de refugiarse en el silencio en momentos como el actual, caracterizado por la desaceleración económica. Hoy por hoy, el principio de siempre se está comunicando sigue vigente para todos, incluyendo las marcas mejor posicionadas, que no deben ser ajenas a los beneficios de la comunicación corporativa.
En tiempos de crisis, las circunstancias que afectan a las compañías pueden ser negativas. Además, no todas las empresas han asimilado que la comunicación adquiere mayor valor en los momentos difíciles, cuando se tiene que ganar en capacidad de respuesta y controlar la propia imagen. Una buena estrategia de comunicación, correctamente elaborada y planificada, se erige entonces como indispensable, y es que comunicar es la única solución para controlar la situación.
Más allá de estar inmersos en una coyuntura económica negativa, uno de los principales puntos de confusión de las empresas es recurrir al silencio. El silencio comunica. Así, la empresa debe aprender a utilizarlo como una herramienta más de la comunicación, seleccionando los momentos en los que puede convertirse en eficaz. No en vano, una crisis se convierte en una situación desestabilizadora que se produce por sorpresa.
Hay muchas ocasiones en las que el silencio no beneficia a las compañías. Los silencios también pueden crear rumores y los rumores son capaces de lapidar a la organización. Es necesario aprender a utilizar el silencio, que no deja de ser un arte. Y, para ello, existen especialistas que pueden ayudarnos a optimizar nuestra comunicación, asesorándonos y ayudándonos a discernir las mejores opciones para cada momento, técnicas que, si seguimos, podrán llegar a fortalecernos como empresa.
Gloria Ostos Mota. Socia directora del Grupo Ostos & Sola