Oportunidades para el capital riesgo
Aunque las circunstancias de mercado no sean hoy las más apropiadas, las salidas a Bolsa han sido, tradicionalmente, una alternativa de desinversión exitosa y lucrativa para las entidades de capital riesgo. Hay buenos ejemplos, como las operaciones de N+1 con General de Alquiler de Maquinaria; 3i con Clínica Baviera; GED con Corporación Dermoestética, o Apax con Vueling.
Hasta ahora, esta opción parecía estar reservada a fondos que tuvieran en cartera compañías de cierto tamaño para cotizar de forma atractiva en el Mercado Continuo.
Con la puesta en marcha del Mercado Alternativo Bursátil (MaB), los fondos de capital riesgo especializados en la pequeña y mediana empresa, la gran mayoría en España, cuentan con la posibilidad de desinvertir a través del mercado de capitales. Los fondos tienen una alternativa de salida para sus participadas cuyos méritos se deberán comparar en función de los objetivos perseguidos versus otras opciones, como la compra por parte de un industrial o de un financiero, en una operación de secondary buy out. Esta posibilidad es una novedad que puede generar numerosas oportunidades y conviene tenerla en cuenta.
Además de la posibilidad de desinvertir, el MaB ofrece todas las ventajas propias de los mercados: liquidez, referencia de valor, acceso a capital, visibilidad, profesionalización, publicidad e imagen. Adicionalmente, es posible beneficiarse de todo esto con unas exigencias informativas menores y unos costes de acceso y permanencia reducidos. Así, los fondos pueden ganar visibilidad y proyección ante la comunidad inversora, consolidar su imagen frente a sus inversores y optimizar el precio de salida cuando el activo es bueno y el entorno de los mercados adecuado.
Reino Unido y Francia cuentan desde hace años con el Alternative Investment Market y Alternext, respectivamente, para empresas de pequeña y mediana capitalización. Aunque en España el MaB sea algo nuevo, podemos afirmar que existe un historial previo y que han sido muchas las entidades de capital riesgo que han recurrido a estos mercados a la hora de desinvertir.
No debemos olvidar que el MaB puede ser también un buen caldo de cultivo en el que las entidades de capital riesgo pueden tomar participaciones en compañías cuando el precio de las acciones resulte atractivo con la intención de desarrollar las compañías en el mercado cotizado o bien de excluirlas del mismo mediante operaciones de public to private. Cabe citar como ejemplo la operación realizada por Advent con Parques Reunidos en 2003.
El MaB ya está operativo para empresas que quieran cotizar y falta que las aguas vuelvan a su cauce para que este mercado se haga realidad. Nadie sabe con exactitud cuánto tardará en recuperarse la economía. Lo que sí sabemos es que serán las compañías que se anticipen las que mejor aprovecharán las oportunidades, aunque sólo sea en términos de publicidad e imagen. Conviene que empresas y fondos analicen cuanto antes las posibilidades que brinda el MaB, ya que en los mercados de capitales no cabe la improvisación. Y es que cuando las aguas vuelvan a su cauce, que volverán, conviene estar preparado.
Rocío Fernández Funcia y Ángel Bravo Olaciregui. Socios de PricewaterhouseCoopers