"Sólo el Estado nación es capaz de solucionar una crisis financiera"
Es un economista de la vieja escuela. Bachillerato en Eton, licenciatura en Cambridge, doctorado en Harvard y carrera profesional en el Banco de Inglaterra. Este experto en mercados analiza la supervisión financiera del futuro.
Viejos odres para nuevos problemas. Este profesor de la prestigiosa London School of Economics (LSE) -que estuvo en Madrid en marzo para impartir una conferencia en la Fundación Ramón Areces- destaca que son los Estados nación y no los organismos de la UE quienes están aportando soluciones a la crisis financiera.
Lord Turner, el nuevo presidente de la Autoridad de Servicios Financieros (FSA), ha elaborado un informe en el que recomienda la implantación de nuevos requisitos de capital, liquidez e información pública a las entidades financieras. ¿Qué le parecen sus propuestas?
Propone introducir controles prudenciales de tipo macro que tendrán efectos anticíclicos con los que estoy de acuerdo. Ampliará el número de instituciones que serán reguladas, incorporando los intermediarios financieros que sean sistémicamente importantes. Además, quiere establecer un mecanismo formal para regular la liquidez, algo que genera bastante preocupación entre los bancos extranjeros que tienen presencia en Londres. Otra de sus propuestas, que respaldo, es introducir normas sobre préstamos hipotecarios. Lord Turner contempla fijar límites sobre la ratio de apalancamiento según los ingresos personales y el porcentaje de financiación en base al valor de la vivienda.
'Europa del Este será la gran perjudicada de las nacionalizaciones bancarias'
¿Sus medidas afectarán a las agencias de calificación crediticia?
Turner coincide con la perspectiva europea de introducir alguna regulación sobre agencias de calificación de crédito. Esto es algo sobre lo que yo muestro mis reservas, porque las agencias no lo han hecho tan mal a causa de los conflictos de interés, sino porque sus modelos estaban mal construidos.
¿Cómo puede controlarse la política de remuneraciones?
La FSA sostiene que la estructura retributiva debe depender de las instituciones financieras. Sin embargo, ha publicado un código de conducta y si percibe que la naturaleza de la remuneración lleva a los principales directivos a asumir riesgos excesivos, la FSA incrementará los requisitos de capital a la entidad en cuestión. Así pues, hay cierta regulación, pero no es directa.
¿Cree que es posible alcanzar un acuerdo en torno a la supervisión de grupos transfronterizos en la UE?
En Europa hay una gran tensión porque en la eurozona existe un gran deseo de armonizar y centralizar la supervisión y de dotar de más poderes al Banco Central Europeo (BCE). Pero al mismo tiempo, la crisis ha mostrado que sólo los Estados nación son capaces de efectuar una acción decidida respaldada por suficiente dinero para recapitalizar una institución financiera fallida.
Entonces, ¿qué papel puede corresponder al BCE en la supervisión financiera?
El problema a la hora de gestionar una crisis financiera es que necesitas ingentes cantidades de dinero. Crear liquidez no basta. Hay que ser capaz de recapitalizar entidades y eso implica dinero de los contribuyentes. El problema fundamental de la eurozona es que, si bien existe un sistema monetario único, no hay un esquema tributario común.
¿Qué opinión le merece el informe De Larosière sobre supervisión financiera?
Sus objetivos eran excelentes, pero se ha quedado corto a la hora de realizar propuestas concretas y no aborda en absoluto la cuestión de cómo gestionar crisis transfronterizas.
¿Cuál es su opinión sobre los planes públicos de rescate puestos en marcha?
Eran absolutamente necesarios. Sólo el tiempo dirá si han sido suficientes o no. Depende mucho de cómo evolucione la economía en su conjunto, de si los precios de la vivienda siguen cayendo y, con ello, arrastran los activos ligados a propiedades inmobiliarias y hace falta destinar más dinero a proteger al sector financiero. Pero si la economía empieza a crecer, creo que lo que se ha hecho es suficiente. El sistema financiero no será particularmente fuerte durante un tiempo, pero aguantará sin ayudas adicionales.
No es necesario incrementar el gasto público
Charles Goodhart ve innecesario que Europa y el Reino Unido incrementen aún más su gasto público para compensar el descenso de la demanda. 'El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, ha afirmado que se sentiría descontento si se aumentase el gasto en Reino Unido. King se está situando en la misma línea que muchos políticos en Europa que estiman peligroso impulsar aún más el estímulo fiscal porque puede generar altos ratios de endeudamiento y derivar, incluso, en un modelo tributario insostenible'. En cambio, este profesor de la LSE ve con buenos ojos que el Banco de Inglaterra incremente la masa monetaria. 'Es muy bonito decir que el Banco de Inglaterra está 'imprimiendo dinero', pero la verdad es que su estrategia está determinada por la evolución de la demanda. La medida no generará inflación'.Desde su punto de vista, resulta 'indiferente que el BCE baje o no los tipos de interés', como han hecho el Banco de Inglaterra o la Reserva Federal, porque 'el préstamo a un día ha llegado a cero y el organismo radicado en Fráncfort ha inyectado mucha liquidez en el sistema'.En cuestiones macroeconómicas, uno de los aspectos que más preocupan a Goodhart es la situación de Europa del Este. En su opinión, los Gobiernos que han ayudado a algunos bancos les exigirán que enfoquen su financiación a clientes nacionales, con lo que prestarán menos en el extranjero. 'Esto perjudicará sobre todo a Europa del Este, que recibe buena parte de su financiación de bancos de Europa occidental', advierte el economista.