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Telecomunicaciones

Madrid y Berlín tratan de relajar las normas sobre banda ancha

El conflicto sobre la regulación de las nuevas redes de alta velocidad llegó el viernes hasta la cima de la UE. Nada menos que Angela Merkel y José Luis Rodríguez Zapatero abogaron en la cumbre europea celebrada en Bruselas por relajar las normas de competencia que se aplican en banda ancha. La Comisión Europea asegura que pudo contener la ofensiva.

Madrid y Berlín tratan de relajar las normas sobre banda ancha
Madrid y Berlín tratan de relajar las normas sobre banda anchaREUTERS

Las crípticas conclusiones de las cumbres europeas, centrarse en asuntos geoestratégicos o de macroeconomía, descendieron el viernes hasta el detalle de defender en su punto 17 la necesidad de permitir en el sector de las telecomunicaciones acuerdos entre operadores que faciliten el despliegue de las redes de banda ancha.

El punto, según fuentes comunitarias, fue introducido por la canciller alemana, Angela Merkel, con el apoyo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero la propuesta germano-hispana se encontró con las reticencias de países como Reino Unido, Holanda o Suecia y al final se añadió la precisión de que los posibles acuerdos deberían respetar 'la estructura competitiva del mercado en su conjunto y el principio de no discriminación'. 'Típico enjuague comunitario en que todas las partes pueden cantar victoria', resumía una fuente que siguió la negociación.

Y así fue. Nada más aprobarse esta conclusión, la Asociación Europea de Operadoras en Red (ETNO, en sus siglas en inglés) emitió un comunicado en la que calificaba el acuerdo del Consejo Europeo como 'una poderosa señal de que hay que adaptar las actuales normas para acelerar el despliegue de las nuevas redes'.

La Comisión Europea, supuesta destinataria de la 'poderosa señal', se declaraba, sin embargo, bastante conforme con la redacción final del párrafo 17. 'Refleja nuestra visión de que necesitamos inversiones en un clima de competencia, pero nunca al precio de adoptar medidas discriminatorias', señaló el portavoz de la comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding.

La sorprendente referencia a un elemento tan concreto de la actividad empresarial europea no aparecía en ninguno de los borradores de las conclusiones que circularon hasta el jueves por la noche. Hasta entonces, los párrafos 17 y siguientes abordaban el deterioro de la situación laboral en Europa y las soluciones que se podrían estudiar durante una cumbre europea sobre empleo en el mes de mayo.

Pocas horas después todo iba a cambiar. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, abortó la supuesta cumbre contra el paro aún antes de convocarse (ver página 10). Y Merkel y Zapatero colocaban en las conclusiones sus particulares intereses en materia de telecos.

España ha tenido varios encontronazos con Bruselas por la regulación de las nuevas redes adoptada por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, lo que podría explicar el interés de Madrid en relajar las normas comunitarias. Berlín, según las fuentes consultadas, buscaba legitimar al máximo nivel comunitario las fórmulas de inversión en banda ancha que en Alemania barajan Deutsche Telekom y Vodafone. Según ese esquema, las dos operadoras podrían compartir el coste de la infraestructura si a cambio se les autoriza a no permitir el acceso a la redes terceras compañías. La conclusión 17 empezaba a ser menos críptica.

500 millones menos en fondos europeos

La ofensiva hispano-germana a favor de relajar la aplicación de las normas de competencia en el despliegue de la banda ancha coincidió con la decisión del Consejo Europeo de recortar en 500 millones los 1.500 millones de euros previstos inicialmente para llevar las nuevas redes hasta las zonas menos pobladas del continente. Los 27 prefirieron añadir ese remanente a los 3.500 millones presupuestados para proyectos energéticos. Aún así, el Consejo pidió a la comisión que elabore una 'estrategia europea de banda ancha' antes de final de este año.

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