China dice que sus empresas no deberían verse afectadas por el bloqueo a Coca-Cola
El Gobierno chino rechazó hoy públicamente que su decisión de impedir la adquisición de una empresa nacional por parte de Coca-Cola pueda repercutir negativamente en intentos similares de compra de compañías chinas en el extranjero.
El viceministro de Comercio chino, Chen Jian, aseguró no sentirse "preocupado" ante el riesgo de que otros países, y ante la aplicación de la ley anti-monopolio que está poniendo en práctica Pekín, opten por boicotear la entrada de firmas chinas en sus países. El resto de países, afirmó, "tienen sus propias leyes anti-monopolio", y "pueden actuar de acuerdo con sus leyes".
De hecho, en estos momentos las autoridades australianas estudian si aceptar o no la inyección de 19.500 millones de dólares en el gigante Rio Tinto por parte de la reina del aluminio china, Chinalco, que además es de propiedad estatal.
La norma china, cuya entrada en vigor se produjo en agosto pasado (un mes antes de la oferta de Coca-Cola), podría utilizarse, según han apuntado algunos analistas, para impedir la supremacía de empresas extranjeras, y no tanto para evitar un monopolio, que en muchos campos se sigue produciendo, aunque las empresas son chinas y normalmente estatales.
Pekín ha impedido de forma sistemática acuerdos en sectores "clave" para la economía, pero el de las bebidas sin alcohol, en principio, no parecía ser uno de ellos.
Coca-Cola tiene el 50% del mercado chino
De haberse hecho efectiva la compra de la marca de zumos Huiyuan, Coca-Cola podría haberse hecho con alrededor del 20% de ese mercado. En el sector de las bebidas carbonatadas la presencia de la multinacional es mucho mayor, ya que supera ligeramente el 50% del mercado, y va seguida de Pepsi (33%).
Algunos analistas han indicado que el "no" de Pekín, en el fondo, es beneficioso para Coca-Cola, que se había declarado a pagar el triple del valor en el mercado por las acciones de Huiyuan, que desde septiembre ha seguido desvalorizándose.