La UE y GM no logran acordar el plan de ayudas a la compañía
La UE y General Motors no lograron el viernes cerrar un acuerdo sobre los 3.300 millones de euros que el fabricante de automóviles estadounidense reclama para salvar a su filial europea. Las negociaciones continúan en marcha, aunque el Gobierno español cree que la planta de Opel en Figueruelas no corre ningún peligro.
La reunión del viernes entre la compañía y los ministros de Industria de la UE fue convocada por el vicepresidente de la Comisión, el alemán Günter Verheugen, y comenzó hacia las cinco de la tarde en la sede del organismo comunitario. Asistieron en total 12 países de la UE. Por parte española, la secretaria general de Industria, Teresa Santero. General Motors estuvo representada por Fritz Henderson, directivo de la compañía en Detroit, y por Carl Peter Forster, consejero delegado de la filial europea.
La mayoría de los representantes gubernamentales salieron decepcionados por la falta de información sobre el plan de viabilidad que GM tiene preparado para Opel. Los contactos, según explicó Santero, continuarán en los próximos días, aunque una de las delegaciones europeas insistió en que 'la solución sigue estando en EE UU'.
Las dos partes siguen sin ponerse de acuerdo sobre la segregación de las marcas europeas de GM (Opel y Vauxhall), una medida que la mayoría de los gobiernos europeos, con el alemán a la cabeza, consideran imprescindibles antes de conceder ayudas públicas a la compañía. 'Les hemos dicho', explicó un miembro de la delegación sueca, 'que no pueden venir a pedir dinero del contribuyente europeo para cubrir las pérdidas de otras partes de su negocio'.
La nueva compañía europea seguiría contando con capital de GM, aunque fuentes que participaron en la reunión aseguran que aún no se ha decidido en qué porcentaje.
Europa, sin embargo, no ha mantenido hasta ahora una posición unida frente a la compañía. 'Ha habido cierta crítica a las negociaciones bilaterales que se han mantenido', reconoció Santero. Los ministerios de Industria implicados en los contactos se comprometieron el viernes 'a mantenerse permanentemente informados entre sí', aseguró la secretaria general española. Pero el riesgo de que cada país busque una solución para sus unidades de producción continúa en el aire.
En España, en concreto, el Gobierno de Aragón ha prometido un aval de 200 millones de euros para la producción del modelo Meriva. Santero se mostró convencida de que la planta de Figueruelas no corre peligro, y aseguró que los directivos de GM la mencionaron durante la reunión como un ejemplo de productividad.
Control
La Comisión Europea advirtió el viernes que exigirá a todos los gobiernos el cumplimiento de las normas de mercado interior y de ayudas de Estado. Para no dejar dudas sobre ese objetivo, la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, también participó en la reunión con la compañía. Más preocupante aún parecía la presencia en el encuentro del titular de Empleo, Vladimir Spidla, un claro indicio de que el rescate de Opel, si llega a producirse, podría conllevar un importante ajuste de sus plantillas.
La compañía disipa supuestos bulos
'La verdad frente a los mitos', anuncia la filial europea de General Motors en la página web que ha abierto para disipar los supuestos bulos sobre la situación financiera de la compañía.Entre los 'hechos' que la página presenta como incontestables figura la dificultad que supondría vender Opel o Vauxhall porque esas marcas europeas 'están estrechamente integradas con el conjunto de GM'. La compañía también considera infundado el temor de algunos políticos a que los 3.330 millones de euros que solicita en ayudas puedan acabar en EE UU.