Telefónica elevará su participación en la brasileña Vivo gracias a un crédito fiscal
Telefónica va a aprovechar la favorable normativa fiscal de Brasil para reforzarse en su filial brasileña Vivo. La compra de Telemig ha generado un fondo de comercio que primero permitirá a Vivo reducir su factura con Hacienda y luego podrá ser capitalizado por Telefónica y Portugal Telecom por un valor de 64 millones de euros.
Una de las estrategias más persistentes en el tiempo de Telefónica ha sido la adquisición paulatina de participaciones en sus filiales, con el objetivo de elevar al máximo su capital en ellas. En general, en todos los casos ha supuesto un desembolso para la operadora, ya fuera en forma de acciones para intercambiar por las de los accionistas minoritarios de la filial o en efectivo. Pero en Vivo la situación es distinta. Telefónica aumentará su participación en el líder del mercado brasileño del móvil sin desembolsar un euro.
Lo hará gracias a la legislación tributaria brasileña y a la compra de Telemig, la operadora que ha dado a Vivo cobertura celular en todo Brasil y que costó 429 millones de euros. Esta adquisición de 2008, junto con otras operaciones menos recientes, generó un fondo de comercio fiscalmente deducible, que la compañía brasileña usará convenientemente para reducir la factura de sus impuestos. Y ahora esta posibilidad cobra importancia, ya que Vivo ha dejado atrás las cuantiosas pérdidas con las que cerraba ejercicio tras ejercicio en el pasado y ha entrado en beneficios, por primera vez en cuantía reseñable desde que se creó.
La peculiaridad de la legislación del país americano es que este aprovechamiento fiscal va generando una reserva especial en el balance, que puede ser capitalizada, es decir, convertida en acciones. Y los beneficiarios de esa capitalización son exclusivamente los accionistas de control, porque se les considera responsables de las operaciones que crearon el fondo de comercio. Puesto que los dueños de Vivo son, a partes iguales, Telefónica y Portugal Telecom, son estas compañías las que recibirán los resultados de la capitalización.
La española y Portugal Telecom pueden aumentar un 1,5% su posición
Según el aviso a los accionistas que Vivo emitió la semana pasada para informarles, la emisión de acciones asciende a 190 millones de reales -el equivalente a 64 millones de euros-, representados por 5,8 millones de nuevos títulos.
Esta colocación podría suponer un incremento del 1,5% en la participación que tienen Telefónica y Portugal Telecom en Vivo, que por primera vez superaría el 65%. Pero la adjudicación no será inmediata porque se trata de una ampliación de capital y, como tal, los accionistas minoritarios tienen derecho a acudir a ella. Puesto que los títulos son de los dueños de Vivo, si los socios compran, lo que ganan Telefónica y Portugal Telecom es dinero en efectivo; si los inversores no van a la ampliación o en la parte de la emisión que sobre, las acciones serán para las socias. Por tanto, no se podrá saber en cuánto aumentan su capital estas compañías hasta que termine todo el proceso.
Vivo es una de las filiales extranjeras donde Telefónica tiene menor participación. Le toca el 50% del holding que controla Vivo, lo que equivale a menos de un 32% de la operadora de móvil brasileña. La española ha dicho en reiteradas ocasiones que está dispuesta a comprar a Portugal Telecom su participación, pero la firma lusa no está dispuesta. A la vez, la titularidad compartida ha impedido a Telefónica lanzar una opa por los minoritarios de Vivo, como ha hecho en el resto de filiales de Latinoamérica.
Pero con la capitalización de los beneficios fiscales, Telefónica puede ir aumentando su participación en Vivo, lo que reducirá la factura si finalmente acaba por lanzar una opa o le obligan a comprar a los minoritarios porque haya conseguido hacerse con la parte de Portugal Telecom.
Se repite la jugada
No es la primera vez que Telefónica aplica la legislación brasileña para capitalizar el aprovechamiento de los créditos fiscales que acumula Vivo. Ya lo hizo el año pasado, cuando juntó la reserva generada en 2006 y 2007 y realizó una ampliación de 145 millones.
Telesp: el menor dividendo desde 2002
Las filiales de Telefónica en Brasil van mejor cada año, pero eso no quiere decir necesariamente que los fondos que llegan a la matriz española lo reflejen. Así sucede con Telesp, la participada de Telefónica que se dedica a la telefonía fija, y que cerró 2008 con subida -aunque no récord- de beneficios, pero que repartirá con cargo a ese ejercicio bastantes menos dividendos que el año anterior.La cifra final que recibirán los accionistas es algo inferior a los 2.400 millones de reales, unos 800 millones de euros. Esta cantidad es la menor desde el año 2002, un ejercicio en el que los beneficios fueron muy inferiores a los del año pasado. La situación es incluso más negativa en euros, ya que además de que el reparto de dividendos se reduce, la conversión a la divisa europea penaliza más que otros años por la caída del real brasileño. Lejos quedan las cifras de años cono 2005, cuando Telesp repartió más de 1.430 millones de euros entre sus accionistas. Pero es que entonces todavía quedaban grandes reservas por beneficios no distribuidos, que se fueron repartiendo a lo largo del tiempo.Puesto que Telefónica es dueña del 88,01% de la operadora brasileña de telefonía fija de São Paulo, la mayor parte de los dividendos repartidos acaban en sus manos. En 2008 le tocan unos 700 millones de euros, que convierten nuevamente a Telesp en la filial más rentable por esta vía para Telefónica por mucho que la cifra se haya reducido.Además, a los pagos de Telesp se unirán los que va a realizar Vivo con cargo a los resultados de 2008. Será la primera vez que la filial retribuye sobre sus beneficios.