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Elecciones 2009

Galicia afronta la recesión con mejores indicadores que España

Los fondos europeos suponen la mejor tabla de salvación regional.

Crisis grave. El peor panorama en muchos años. Miles de puestos de trabajo amenazados. Expedientes de regulación de empleo. Niveles de confianza por los suelos. Túnel sin luz todavía vislumbrada. Todas esas frases pueden definir la muy adversa coyuntura económica que sufre el conjunto de España, y la comunidad de Galicia, cuyas elecciones se celebran dentro de diez días, no es una excepción. No lo es, en todo caso, en sus trazos gruesos, porque sí es cierto que Galicia, que en la última legislatura regional ha recuperado más de cuatro puntos respecto a la renta per cápita española (aunque siga a más de 15 de distancia), afronta las vacas flacas con indicadores mejores que los de el conjunto del país.

La comunidad autónoma cerró el año pasado con 201.316 parados, 40.154 más que en 2007. Pese a ello, Galicia es la comunidad en la que menos se elevó el desempleo, con un avance anual del 24,92% que queda prácticamente en la mitad del de la media nacional. En todo el país, sólo Asturias registró un incremento inferior al 30%.

El peso del paro de Galicia sobre el conjunto del país es del 6,05%, el más bajo en casi un cuarto de siglo. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, sostiene que la economía gallega está 'más equilibrada' que la media nacional, y cuenta con una 'capacidad de respuesta extraordinaria basada en la concentración'. Su gran rival para la presidencia, el popular Alberto Núñez Feijóo, subraya en cambio que las cifras sobre el empleo son 'engañosas, debido al mayor porcentaje de pensionistas'. Pese a los importantes avances cosechados, la tasa de actividad de Galicia todavía se sitúa en el 55% de la población en edad de trabajar, cuando en España ya supera el 60%.

Ese menor porcentaje de gente dispuesta a trabajar reduce el desempleo relativo, pero también supone una mayor carga social para los trabajadores, de los que depende un mayor número de pensionistas. La inmigración, que ha elevado más del 10% la población española desde comienzos de década, ha pasado de largo por Galicia, donde el número de empadronados apenas creció un 1,5% en ese periodo.

Con todo, los indicadores pueden hacer pensar que Galicia afronta la crisis en mejor disposición que el conjunto de la economía nacional. Aunque con niveles preocupantes, la producción industrial o la cifra de negocio de los servicios retroceden prácticamente la mitad que en España. También el avance del producto interior bruto mejora claramente el del conjunto nacional: 1,6% frente al 0,9%, según la tasa interanual del tercer trimestre de 2008.

Buena parte de los logros cosechados en materia económica por los sucesivos gobiernos regionales se deben al acceso a los fondos europeos. Todavía en el periodo 2007-2013, Galicia recibirá un total de 5.330 millones de euros, de los que algo más de la mitad corresponden a Fondos de Desarrollo Regional. Ese será, sin duda, uno de los pilares para hacer frente a la crisis, aunque el desplome de la industria automotriz y la escasez de población activa plantean retos serios para la Xunta saliente de las elecciones de dentro de dos domingos.

La industria del automóvil, entre las más amenazadas

En una comunidad autónoma que, a diferencia de las del arco mediterráneo, no ha basado su crecimiento de los últimos años en la construcción -aunque acuse la suspensión de pagos de Martinsa Fadesa-, la gran amenaza para Galicia viene por el lado de la industria automovilística. Un sector del que dependen cerca de 40.000 familias, y que se concentra en el cluster alrededor de la fábrica de PSA Peugeot Citroën, en Vigo.La industria viguesa de automoción batió récords hasta septiembre del año pasado, pero, desde entonces, el desplome de la demanda española y europea ha obligado a recortar la producción en un 20%. El resultado se resume en más de 3.000 puestos de trabajo perdidos y 45 expedientes de regulación de empleo. El sector sigue reclamando 'medidas urgentes' de impulso de la demanda, mientras se plantea como objetivo a medio plazo la producción de automóviles ecológicos como medio de supervivencia.

La llegada del AVE en 2012, objeto de controversia

La mayor obra de infraestructuras de la historia gallega está siendo objeto de fuertes controversias entre los contendientes. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, reiteró hace dos meses que el tren de alta velocidad llegará a Galicia en 2012, de acuerdo con los plazos originalmente previstos. A su vez, la Xunta y la región Norte de Portugal mantienen para un año después la conexión Vigo-Oporto. El candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, sostiene que esos plazos 'no se los cree nadie', y afirma que, si gana las elecciones, la Xunta ejecutará 'con impuestos de los gallegos' el tramo entre Lugo y Orense.El proyecto de Presupuestos Generales del Estado contemplaba 1.580 millones de euros para infraestructuras en Galicia, más tarde elevados en otros 96 millones.Sin embargo, la Confederación de Empresarios de Galicia habla de 'carencias' en la asignación, que, a su juicio, dificultan el objetivo de 2012.

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