Camino abierto para Gas Natural
La adquisición de Unión Fenosa por parte de Gas Natural está mucho más cerca tras el visto bueno de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). A cambio, la gasística se ha comprometido a vender redes de distribución de gas, incluidos 600.000 puntos de suministro, y centrales de ciclo combinado por 2.000 MW.
Han pasado seis meses desde que hizo público el acuerdo con ACS para comprar la eléctrica a razón de 18,33 euros por acción -hoy a 18,05 euros tras el pago de dividendo- y cinco desde que el expediente entró en la CNC. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. El crudo ha caído 100 dólares -desde máximos a 140 dólares-, la economía mundial ha entrado en recesión y el Ibex 35 ha bajado un 30%. Uno de los pocos valores españoles que se ha salvado de la quema ha sido precisamente Unión Fenosa, que hoy se vende a 17 euros. El anuncio ha congelado el precio.
Es inevitable que este tipo de movimientos corporativos lleven su tiempo. La intervención de los reguladores, en este caso la Comisión Nacional de la Energía y la CNC, condicionan los plazos. Su operativa debe ser garantista para asegurar que prevalece la competencia y con ello los intereses de consumidores y el de las empresas competidoras. Pero estos organismos han de extremar su diligencia y cerciorarse de que los procesos no se alargan artificialmente, así como ser lo más transparentes posible en su actuación.
Ahora sólo queda que Economía apruebe la operación, lo que debería producirse lo antes posible. Tras este trámite, Gas Natural podrá adquirir el 35% de la eléctrica que aún posee ACS e, inmediatamente después, presentar una opa por el resto del capital.
La operación es buena para la economía española y para el sector energético, pues despeja incógnitas en el panorama empresarial. Además, la empresa resultante, muy equilibrada entre sus negocios gasístico y eléctrico, se acerca a Endesa e Iberdrola -con lo que ganan los consumidores- y su dimensión le permite seguir contando en el mercado energético europeo.