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Dimisión

Dimite un directivo de la CNMV británica por ignorar las alertas sobre el estado de la banca

El hasta ahora presidente de la CNMV británica despidió a un ejecutivo del HBOS que advirtió de los excesos del sector financiero en 2005.

El primer ministro británico, Gordon Brown, afronta un grave daño político tras la dimisión de uno de sus principales asesores en materia económica, James Crosby, hasta ahora presidente adjunto de la Autoridad británica de Servicios Financieros (FSA y similar a la CNMV en España). La salida de Crosby se ha producido después de conocerse que cuando era consejero delegado del HBOS despidió en 2005 a un analista que advirtió contra el excesivo riesgo.

El conocido financiero, que tiene el título de Sir, se vio obligado a presentar su renuncia de la máxima autoridad financiera del Reino Unido después de que la víctima del despido denunciara el lunes su actuación, que evidencia su escasa visión de los peligros que acechaban al sector.

Asimismo, la revelación es tanto más dañina para el líder laborista por cuanto el asesor, Sir James Crosby, consejero delegado del Halibax Bank of Scotland (HBOS) hasta julio de 2006, fue nombrado por el propio Brown cuando era ministro de Economía presidente adjunto de la Autoridad de Servicios Financieros, organismo regulador del sector. Sin embargo, desde Downing street, han reaccionando asegurando que Crosby no forma parte del Gobierno.

Además, llega en un momento en el que la entrada en recesión, el rápido aumento del paro y el desplome de la libra han dinamitado la popularidad que el primer ministro alcanzó en otoño al ponerse al frente de la lucha contra la crisis en el plano internacional.

En un memorándum presentado al Comité Selecto del Tesoro de la Cámara de los Comunes, el afectado, Paul Moore, ex jefe de la división de riesgos del HBOS, asegura haber sido despedido personalmente por Crosby después de que advirtiese reiteradamente al banco de que su rápido crecimiento ponía en peligro las finanzas del mismo así como la de sus clientes. "Cualquiera que no estuviera cegado por el dinero, el poder y el orgullo se habría dado cuenta de que se les amontonaban los problemas al HBOS y al resto de los bancos", explica Moore.

Michael Fallon, miembro conservador del Comité Selecto del Tesoro, que interroga desde ayer a los máximos responsables de los bancos que han tenido que ser rescatados por el Gobierno, ha calificado de "muy graves" estas acusaciones."Si se confirman, la posición de Sir James Crosby como uno de los más importantes reguladores del sector y asesor del Primer Ministro será insostenible", ha declarado Fallon a Channel 4 antes de conocer su dimisión.

El banquero despedido por dar la voz de alarma sobre la crisis que se avecinaba se queja también de que el organismo regulador hubiese hecho caso omiso en su momento de sus advertencias. En su testimonio por escrito al Parlamento, Moore asegura que estaba claro que "los créditos excesivos basados en el incremento masivo de los precios de la propiedad inmobiliaria" iban a causar problemas y agrega que si nadie se atrevió a hablar con claridad por miedo a los altos ejecutivos, que estaban muy bien remunerados.

Moore informa de que él mismo tenía prohibido hablar, pero ha decidido hacerlo por considerar que lo demandaba "el interés público", y eso es lo que motivó su despido y sustitución por otro director no ducho en riesgos. En este sentido, el despedido por dar la voz de alarma ha pedido al Comité Selecto del Tesoro que cite a declarar a Crosby, a quien describe como el "arquitecto" del Halifax Bank of Scotland, banco que se fusionó recientemente con el Lloyds TSB para formar el Lloyds Banking Group, controlado ahora en un 43% por el Gobierno tras su desplome en Bolsa y una inyección de fondos públicos por valor de 1.900 millones de euros.

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