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Mercados

Los bonos convertibles recobran el interés de emisores e inversores

El mercado de bonos convertibles empieza a despertar. Tras varios meses cerrado a cal y canto, los emisores han vuelto a utilizar este instrumento para conseguir financiación a un coste menor que el que ofrece otro tipo de deuda, mientras que algunos inversores, sobre todo fondos de pensiones o de banca privada, también comienzan a demandar estos títulos.

El mercado de bonos convertibles, un híbrido entre la renta fija y las acciones, se ha reactivado. La pasada semana, la minera estadounidense Newmont Mine dio el pistoletazo de salida con el lanzamiento de una emisión por 518 millones de dólares (400 millones de euros), una operación, asesorada por Citi y JPMorgan, que ha puesto fin a la sequía de los últimos meses.

Los expertos consideran que, al igual que ha ocurrido con otros instrumentos como los bonos o las participaciones preferentes, puede sentar un precedente y animar a otras empresas a salir a los mercados. 'Vemos un renovado interés por parte de los compradores, después del entorno tan complicado para este producto del segundo semestre del pasado año', comenta Manuel Esteve, responsable de mercado de capitales de JPMorgan en España. Esteve explica que se trata de un mercado en el que tradicionalmente han tenido mucha relevancia los hedge funds, 'por lo que las dificultades que vivieron este tipo de fondos el pasado ejercicio condicionó la actividad en este producto'. Ahora, sin embargo, el mercado secundario de estos títulos se ha recuperado y hay nuevos partícipes que están aprovechando las oportunidades que se presentan, añade.

Para los emisores, se trata de otro cauce para obtener financiación en los mercados. 'Desde el punto de vista de las compañías se trata de una alternativa atractiva, ya que 'pagan menos cupón que en una emisión de deuda y diversifican los instrumentos de financiación. Además, permite emitir papel de una manera más rápida', explica Luis Esguevillas, responsable de mercados de capitales de Citi. La emisión de Newmont Mine, por ejemplo, tiene un cupón del 3% y una prima de conversión del 25%. Esguevillas coincide en que 'está reactivándose la entrada de capital en este mercado por parte de algunos inversores como fondos de pensiones, banca privada o fondos institucionales'.

Además, se da el perfecto caldo de cultivo para que estos productos despeguen por fin, tal y como ocurrió entre 2002 y 2003, cuando se produjo el boom de los convertibles. Los ingredientes son: alta volatilidad, caídas en las Bolsas y un mercado de renta fija que, aunque ha mejorado con respecto a meses anteriores, aún no funciona con total normalidad.

'Es una manera más estable de acercarse al mercado de renta variable, aunque tampoco está exento de riesgos', explica Iván Barbacid, responsable de análisis macroeconómico y estrategia de Barclays Wealth. En su opinión, es momento para ir aumentando poco a poco la exposición en productos vinculados en renta variable, pero sin prisas, ya que considera que hasta el tercer o cuarto trimestre no se van a despejar las dudas en el panorama económico y financiero.

Volumen de emisiones

En 2008 los volúmenes en el mercado de bonos convertibles se desplomaron. En el primer semestre se llevaron a cabo emisiones por un importe de 69.918 millones de euros, frente a los 75.506 millones del mismo periodo de 2007, según los datos recopilados por Dealogic. Entre julio y diciembre, la actividad cayó hasta los 19.411 millones, respecto a los 54.789 millones de un año antes. En total supone un descenso anual del 31%.

En España la última emisión de convertibles se realizó en mayo de 2008. La protagonizó La Caixa, al colocar títulos canjeables por acciones de Criteria, su holding cotizado que agrupa las principales participaciones industriales, por un importe de 838 millones. La operación más grande hasta ahora corresponde a Santander, que en octubre de 2007 sacó al mercado 7.000 millones.

Las subordinadas acusan la falta de liquidez

El mercado de deuda subordinada también está notando los efectos de la escasez de liquidez. El pasado miércoles, Banco Sabadell renunció a ejecutar el call (opción de compra) sobre una emisión de 300 millones de euros. Se trata de la primera vez que un emisor español no se acoge a esta posibilidad de recomprar los títulos antes de su vencimiento. Los expertos explican que las entidades prefieren asumir el peaje de una remuneración más elevada hasta la amortización de la emisión en vez de tener que buscar financiación por otras vías a unos precios aún más caros. En el caso de Sabadell, la emisión, que vence en 2014, mejorará su rentabilidad desde un diferencial sobre el euríbor a tres meses del 0,45% a otro del 0,95%.Añaden que la decisión de Sabadell podría ser secundada por otras entidades. Este año, 18 entidades tienen posibilidad de ejecutar opciones de compra sobre sus emisiones de subordinada por un importe conjunto de 1.261 millones. La primera es Insular de Canarias, que tiene fijado un call para el próximo 27 de febrero sobre una emisión de 29,7 millones. El 15 de marzo le tocará el turno a Caja Murcia, con una emisión de 100 millones.

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