Fortis decide el miércoles si acepta la oferta de compra de BNP Paribas
El futuro del grupo Fortis, y en gran medida de todo el sistema financiero belga, se juega esta semana en la asamblea general que tendrá lugar el próximo miércoles y donde los accionistas tendrán que decidir si aceptan o no el acuerdo de venta renegociado por el Estado con el banco francés BNP Paribas.
Ahora que el grupo asegurador chino Ping An, primer accionista de Fortis con el 5% del capital, ha anunciado que votará en contra de la venta, el campo contrario a la transacción parece llevar las de ganar.
Todos los medios destacan hoy el riesgo que corre el sistema financiero y la economía belga, si no se aclara definitivamente el futuro y la propiedad de este gigante.
Incluso después de su caída, el balance de Fortis equivale al triple del PIB belga, ocupa a millares de empleados y domina la financiación al tejido empresarial del país.
"Mientras que todos los demás bancos en dificultades han visto su futuro resuelto, temporal o definitivamente, Fortis sigue sin saber en qué se va a convertir, a quién va a pertenecer, si va a sobrevivir solo y de qué manera", se lamentaba hoy el diario liberal Le Soir en un editorial.
La justicia belga ha reconocido que las decisiones tomadas por la antigua dirección del grupo y el Estado belga a finales del año pasado, para salvarlo de una quiebra segura en pleno vendaval financiero, han de ser votadas por los accionistas.
En cuestión está, pues, la nacionalización de emergencia por el Estado holandés de lo sustancial de las actividades del grupo en Holanda, la nacionalización por Bélgica de Fortis Banque, primer banco del país, y el posterior acuerdo de reventa del 75% de éste al grupo francés BNP Paribas.
Ping An dice una cosa, el Gobierno otra
Si la asamblea general del miércoles registra un nivel de participación como la anterior de diciembre, el acuerdo con BNP Paribas será rechazado, porque el peso de Ping An se anuncia determinante.
El Gobierno belga sigue insistiendo en que los accionistas respalden el acuerdo de reventa con el argumento de que el grupo francés se negará a otra renegociación de las condiciones y que un rechazo no aportará más beneficios para los accionistas que los que tendrán en el actual acuerdo.
Además, el diario flamenco "De Morgen" cita hoy a fuentes gubernamentales que aseguran que en caso de un voto negativo, el Estado rechazará el préstamo de 3.000 millones de euros prometido a Fortis Holding.
Un plan de urgencia
Fortis anunció este fin de semana que trabaja en un plan de urgencia en el caso de que se rechacen las decisiones que llevaron al despiece y la venta de la entidad financiera y que teme que, si los accionistas emiten un voto negativo, la situación de la entidad pueda ser tan crítica como la que atravesó cuando se produjo la primera operación para salvarla, el pasado septiembre.
Sin embargo, otros expertos destacan hoy en el diario "De Standaard" que una votación negativa no debería tener consecuencias catastróficas para Fortis, pero que "el Gobierno siembra el pánico para persuadir a los accionistas de que respalden la venta".
También el comunicado de Fortis sería un intento de crear angustia, según estos especialistas.
No obstante, está claro, en opinión el diario francófono "Le Soir", que una de las principales dificultades, en caso que los accionistas rechacen la venta, será asegurar las posibilidades de financiación de Fortis