Los aprendices de la escuela de la estafa se multiplican
Bernard Madoff ha sido un maestro en el dudoso arte del fraude pero en la escuela de este crimen hay muchos graduados. Y en las últimas semanas muchos de ellos están enseñando su titulación en el engaño piramidal. El motivo principal es que muchos ahorradores están reclamando su dinero a la vez para hacer frente a la crisis, pero además empieza a crecer la desconfianza ante los inversores que ofrecen rendimientos demasiado buenos para ser verdad. Los casos más llamativos son los de los inversores de Florida Arthur Nadel y George Theodule además de Nicholas Cosmo de Nueva York.
La charada de este último es especialmente novelesca.
Cosmo, de 37 años, fue arrestado hace unos días acusado de haber engañado a unos 1.500 pequeños inversores a través de un fraude piramidal que se calcula que ha hecho desaparecer más de 370 millones de dólares (unos 288 millones de euros).
Cosmo dijo a los clientes de la entidad que montó, Agape, que invertía el dinero en créditos puentes a otros negocios. En realidad, apenas 10 millones se dedicaron a ello. Lo que si que hizo Cosmo fue pagarse algunas deudas personales e invertir 100 millones de dólares en futuros de materias primas. La mayor parte de ese capital se ha volatilizado.
A la espera de que se llegue a un acuerdo sobre su fianza, Cosmo está detenido, una situación que no le es extraña puesto que en 1999 fue sentenciado a 21 meses en prisión y una multa de 177.000 dólares por un delito de apropiación de fondos mientras trabajaba como intermediario en Continental Broker-Dealer Corps. En aquella época tuvo que acudir a terapias de rehabilitación por su adicción al juego. En la cárcel conoció a algunos de los intermediarios que contrató en Agape.
Nadel, de 76 años, por su parte construyó un fraude a través del que desaparecieron también unos 300 millones de dólares de pequeños ahorradores, la mayoría clase media que confiaron en él sus ahorros. Nadel desapareció a principios de mes dejando una nota sobre su suicidio pero no lo hizo y terminó entregándose a la policía hace unos días.
George Theodule tampoco invirtió los 23 millones que le dieron los ahorradores. Con cuatro de ellos pagó una casa, coche y una boda. Los 19 restantes no se encuentran.
Pocas claves para detectar un timo para ahorradores
En un fraude piramidal algunos inversores reciben dinero pero no de los rendimientos de una apuesta sino del capital que siguen confiando a los defraudadores otros ahorradores atraídos por falsas ganancias.No siempre es fácil detectar cuando se está ante un negocio vacío. Los grandes inversores tienen la ventaja de tener modelos de riesgos que les pueden dar pistas pero los pequeños apenas tienen herramientas sobre todo si los documentos son convincentes. Las autoridades de EE UU piden que se desconfíe en general de inversores que buscan dinero entre un mismo grupo de personas. Theodule, un 'hombre de Dios' captó capital de muchos feligreses de la iglesia que atendía. La pista principal es que 'cuando en inversión algo es demasiado bueno para ser verdad, es mentira'.