Obama pide a McNealy una hoja de ruta para usar el código abierto en su Gobierno
En los últimos días, Barack Obama, el nuevo presidente de EE UU, ha sido bautizado en algunos medios estadounidenses como el primer 'presidente de código abierto', por su disposición a dar mayor libertad de movimientos a todo el mundo. Esta semana, la BBC publicaba que la nueva administración estadounidense ha pedido a Scott McNealy, fundador de Sun Microsystems, que prepare un documento en el que explique cómo el gobierno y sus distintas agencias pueden empezar a aplicar los programas del código abierto. Quizá una fórmula para reducir gastos en la administración en un periodo de crisis como el actual, precisamente uno de los objetivos del Gabinete Obama.
El directivo ha asegurado que el nuevo gobierno no quiere estar circunscrito a ningún fabricante. McNealy explica que en el mandato de Obama se indica de qué manera la implantación del código abierto puede contribuir a mejorar la seguridad, a elevar la calidad de los programas informáticos que se usan y a rebajar costes. El fundador de Sun recordó que con el código abierto no es necesario pagar nada a Microsoft, IBM, Oracle u otra compañía del sector.
En este movimiento, la Open Source Initiative, alianza que agrupa a los partidarios del código abierto, ha salido en apoyo de McNealy. El presidente de esta asociación, Michael Tiemann, ha recordado que algunos departamentos de la Administración Pública estadounidense ya usan tecnologías de código abierto, y ha criticado con dureza al software propietario asegurando que provoca unas pérdidas globales superiores a un billón de dólares (unos 770.000 millones de euros) al año y, sólo para EE UU, de 400.000 millones de dólares. Tiemann, que también es vicepresidente de Red Hat, indica que la adopción de estas tecnologías abiertas se verán favorecidas durante este periodo de recesión económica por su flexibilidad, escalabilidad y valor. Asimismo, insiste en que vio un compromiso de Obama con esta filosofía durante la campaña electoral.
Eso sí, diversos blogs especializados estadounidenses, en los que se citaba a Richard Stallman, fundador de la Free Software Foundation, recordaban la diferencia entre código abierto y software gratuito. Según ellos, en el primero se prima una metodología que permite el acceso a los códigos fuente lo que facilita las mejoras y modificaciones constantes. Los partidarios del segundo, por el contrario, creen que la gratuidad es un imperativo moral.
En cualquier caso, la clave sobre la dirección del nuevo Gobierno en este ámbito puede estar en manos del futuro responsable tecnológico nacional, cuyo nombramiento por parte de Obama debería producirse en los últimos días. El sector está ya a la espera.