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Privatización

Reino Unido privatizará parcialmente el servicio postal

El Gobierno británico confirmó hoy su intención de privatizar parcialmente el servicio de correos como una de las principales medidas para garantizar el objetivo prioritario de mantener el sistema postal universal y para la que ya cuenta con el interés de la compañía holandesa TNT.

El titular de Negocios, Peter Mandelson, justificó hoy la actuación en una intervención ante la Cámara de los Lores en la que reivindicó la necesidad de proteger el futuro a largo plazo del Royal Mail y avanzó que el Ejecutivo prevé, paralelamente, asumir parte del déficit de 7.000 millones de libras que presenta actualmente el ente en el proyecto de pensiones.

De esta forma, precisó que el Gobierno acepta las recomendaciones clave sobre el futuro del servicio contenidas en un informe realizado por Richard Hooper, quien apostó por una sociedad estratégica con una empresa privada, que el Estado tome responsabilidad de la deuda y por que Ofcom, el regulador de las comunicaciones británico, se haga cargo del control en sustitución de Postcomm, el actual supervisor.

Al respecto, Mandelson asumió el carácter "insostenible" que Hooper otorgó al actual modelo de la empresa pública, que llegaba a amenazar incluso el servicio postal universal, un modelo con cuya pervivencia el Gobierno está "firmemente comprometido", según subrayó.

En este sentido, el Royal Mail es la única compañía que entrega correo a los 28 millones de hogares y compañías de Reino Unido seis días a la semana al mismo precio y, para el titular de Negocios, "ayuda a mantener unido el país". No obstante, asumió que tiene ante sí la encrucijada de "actuar ahora para hacer que las cosas funcionen" a partir de la semiprivatización, o aceptar el fin del servicio postal universal.

Evaluaciones

Con todo, Peter Mandelson apuntó que dará cuenta de la evaluación del Gobierno sobre el informe de Hooper el próximo año, pese a adoptar ya sus recomendaciones y recalcar que permitir la entrada de una firma privada no supone una quiebra del compromiso electoral del Partido Laborista de un "Royal Mail de propiedad pública", puesto que la participación será minoritaria.

Sin embargo, este paso de menor entidad permitirá al ente acceder a "inversión fresca" y adquirir "nuevas oportunidades de crecer en Europa e internacionalmente", así como plantearse ofrecer nuevos servicios. Pese a ello, la exposición de las mismas previsiones en la Cámara de los Comunes a cargo del secretario de Estado Pat McFadden motivó una fuerte polémica entre los diputados, que acusaron al Ejecutivo de romper una promesa electoral.

En contraposición, el presidente del Royal Mail, Adam Crozier, saludó el trabajo de Hooper por cuanto "cree firmemente" que sus conclusiones ayudarán a asegurar el futuro del servicio universal y responder a las necesidades de un mercado cada vez más especializado. "Nuestro punto de vista es que las propuestas, que tienen el pleno respaldo del Gobierno, ofrecen un futuro seguro para el servicio y la posibilidad de invertir en base a los intereses de los clientes", declaró.

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