Europa se queda sin expertos en energía nuclear
A pesar de la cacareada resurrección de la energía nuclear en Europa, lo cierto es que el sector asiste a un rápido envejecimiento no sólo de sus centrales sino también de su personal especializado. El Consejo de ministros de Competitividad de la UE ha alertado hoy sobre esa tendencia y pide que se promueva la investigación en ese espinoso terreno y se permita la movilidad de expertos nucleares dentro de las fronteras comunitarias.
Los Ministros advierten que la presencia de expertos no es importante sólo para los países que quieren renovar su apuesta por la energía nuclear, sino también para los que quieren deshacerse de ella o utilizarla sólo para fines médicos y de investigación. Sobre todos ellos pesa la amenaza de una pirámide de edad laboral que, a corto plazo, apunta hacia numerosas jubilaciones en un sector que emplea a más de 30.000 peronsas en España (el 40% con titulación superior) y unas 400.000 en la Unión Europea.
El declive de esa industria, según los especialistas, se agrava por la escasa popularidad entre los universitarios europeos de los estudios de ingeniería en general. En algunas facultades técnicas la nota mínima de entrada roza ya el 5, mientras que en áreas como periodismo o psicología se exige un notable alto.
Los partidarios de la energía nuclear temen que su futuro en Europa dependa de técnicos chinos o indios (quién sabe si hasta iraníes). Los enemigos comprueban, entre satisfechos y decepcionados, que después de tantos años de campañas en contra, la energía nuclear quizá está llamada a tener una muerte natural.