Obama, el gran pragmático
El columnista de The New York Times, Gail Collins afirmaba el sábado que es el 'momento de que Bush se vaya'.
Collins proponía que el vicepresidente, Dick Cheney, presentara su dimisión primero '(estamos desesperados pero no locos)' y luego lo hiciera George Bush lo que dejaría la presidencia hasta el día 20 a Nancy Pelosi, la líder demócrata del Congreso. Sería la subrogada de Barack Obama. Collins no está sola. Hay muchas personas que creen que la Administración de George Bush está exhausta. En Washington hay un vacío importante y ese es un lujo que EE UU no se puede permitir.
El mercado también lo cree. Muestra de ello fue la subida del 6,5% del Dow el viernes tras la filtración de que hoy Obama anunciará la nominación de Timothy Geithner como secretario del Tesoro. Algunos analistas alababan la elección del presidente de la Reserva Federal de Nueva York como responsable de la economía porque se le considera una persona hábil e inteligente que conoce Wall Street y sabe lo que se ha hecho hasta ahora para gestionar la crisis, lo que significa que habrá una transición rápida. Otros, celebraban, sin más, que Obama empiece a tomar decisiones (antes de lo que él habría querido).
El nuevo equipo económico también contará con la presencia de Lawrence Summers, quien fue el último y breve secretario del Tesoro de Bill Clinton. Será director del Consejo Económico Nacional (NEC en sus siglas en inglés) y Peter Orszag, que pasa de dirigir la Oficina Presupuestaria del Congreso a ser el director del presupuesto en la Casa Blanca. Bill Richardson, gobernador de Nuevo México y uno de los hombres de confianza de Bill Clinton, será el secretario de Comercio.
Todos estos nombres se confirmarán hoy y mientras este fin de semana Bush estaba en Perú, Obama anunció que va a poner en marcha un estímulo fiscal de tal calado que muchas de sus medidas van a durar dos años. El objetivo es crear 2,5 millones de empleos y para ello, previsiblemente se retrasarán promesas de campaña como la subida de impuestos a quienes ingresan más de 250.000 dólares al año. Ayer, el senador Charles Schumer, afirmaba que el Congreso mandará el nuevo estímulo fiscal a la mesa del nuevo presidente para que lo firme el día que tome posesión. Y se cuenta con que supere el medio billón.
Obama se va a rodear de personas con experiencia que ya mostraron sus credenciales en la época de Bill Clinton. A quienes le votaron pensando que era el más progresista de todos los candidatos en mucho tiempo, andan algo decepcionados y despistados por esta apuesta por el pragmatismo y la casi asepsia ideológica. Desde la 'izquierda' no se termina de entender, por ejemplo, porqué ha elegido a Hillary Clinton para estar al frente del departamento de Estado. Si algo separaba sus programas en las primarias era la política exterior.
Clinton y Obama coinciden en dar prioridad a la diplomacia frente a la opción militar a la hora de hacer frente a asuntos de seguridad nacional y ambos quieren restablecer las alianzas que Bush ha roto, pero Clinton es más agresiva y además de votar a favor de la guerra en Irak ha hablado en términos muy duros (casi neocon) de Irán, cuando Obama es partidario del diálogo.
Clinton es una personalidad internacionalmente reconocida y a la que se asocia con una buena época en EE UU, pero ahora será el halcón del pragmático gabinete.