Otro tipo de búsqueda
Parece que el buscador Yahoo está dando un nuevo sentido a la 'búsqueda'. El grupo de internet ha puesto en marcha una expedición para remplazar a su presidente ejecutivo, Jerry Yang. La decisión de su consejo de administración de no nombrar a una evidente candidata interna como Sue Decker, actual presidenta y ex directora financiera, podría ser interpretada como una señal de buen gobierno corporativo. Pero lo más probable es que sea interpretado como un signo de desconfianza.
La salida de Yang casi no ha generado sorpresa, pues su mandato se ha caracterizado por la calamidad. Las acciones de Yahoo han caído cerca del 70% desde los 31 euros que ofrecía Microsoft en febrero. Steve Balmmer, el jefe de Microsoft, continua rechazando los intentos de reconciliación. Google se rebajó de manera abrupta hasta presentar una propuesta de asociación con Yahoo hace dos semanas.
El anuncio tuvo lugar en un momento inesperado. Sin embargo y en recientes entrevistas, Yang ya se declaraba convencido de que él era la persona correcta para dirigir Yahoo. Roy Bostock, el presidente de la compañía, le respaldó en sus palabras. No obstante, a continuación, Terry Semel dijo desconfiar de las palabras de alguien que abandona la compañía que él fundó.
Está poco claro qué ha cambiado en el pensamiento del consejo de administración durante este tiempo. Pero la decisión de contratar a una empresa de búsqueda de ejecutivos puede ofrecer alguna pista. Podría decirse que si la compañía elige a Sue Decker, Yahoo debería decir que está considerando todas las opciones.
Pero lo más probable es que el consejo de administración de Yahoo haya perdido la confianza en el actual equipo de gestión. Después de todo, que se anuncie de manera simultánea una salida y una sustitución da la impresión de se han quedado sin timón.
Sin gobierno, precisamente, es lo que parece actualmente la compañía bajo el liderazgo de Yang. Como se podía esperar de alguien que va por ahí diciendo que ostentará el nebuloso título de 'Jefe de Yahoo' y que ha sido incapaz de articular una estrategia clara para la compañía. El control de Yahoo en el mercado estadounidense de búsquedas en internet cayó un 18% respecto al pasado año.
Con lo que la compañía está embarcada en su propia búsqueda, del tipo: 'Se busca director ejecutivo de internet con un distinguido pasado y un futuro sumamente incierto'. Por Jeff Segal
Una paloma con alas
Barclays ha hecho una oferta de paz, pero se trata en realidad de una quebradiza rama de olivo. El banco británico ha estado buscando para encontrar la manera de aplacar a sus enojados accionistas. Ha tenido algunos gestos, que le parecen suficientes, pero los accionistas se han atrevido a contradecirle.El banco comenzó con desagrado por no encontrar capital el año anterior, cuando aún era relativamente fuerte. A continuación, rechazó la oferta de capital de las autoridades de Reino Unido y seguir el esquema de 'encuéntrelo usted mismo'. Lo mejor que obtuvieron fue un muy oneroso acuerdo con las familias reales de Abu Dhabi y Qatar.Entonces, ¿qué ha ofrecido Barclays a esos accionistas descontentos, cuyos votos todavía cuelgan de la balanza? Esos inversores pueden arañar 500 millones de libras de los 3.000 millones en instrumentos de reservas de capital y su 14% de tasa de interés nominal, pero sin ninguna de los potencialmente lucrativos warrants, que se quedarán del lado de los inversores de Abu Dhabi y Qatar. Los accionistas tampoco están titulizado el 2% de comisión que los orientales han proporcionado por los RCI.Además, los directores de Barclays han mostrado cierta contrición respecto de la situación anterior de las primas 2008 de los accionistas. Parecen rezagados. La decisión se tomó demasiado rápido pero sólo después de que otros bancos hicieran lo mismo antes.Sin embargo, el consejo de administración debe pensar que ha apagado el fuego. Sin embargo, todo el staff se podría jugar el cuello en la reelección ante la junta general del próximo año. Ese estímulo, como tantos otros, no impide que se resquebraje. Y a pesar de todo, cuatro de los 17 directores aspiran de todos modos a la reelección, incluido Bob Diamond, el jefe de el banco de inversiones Barcap, cuya decisión de cobrar su bonus levantó ampollas en los accionistas.Además, la votación no será hasta el próximo abril. Barclays puede esperar que este follón de capital haya terminado para entonces. Es una gran apuesta y los accionistas pueden dejarles en evidencia. Por Jeffrey Golfarb