El turno del Banco Central Europeo
El jueves el consejo del BCE se reunirá para decidir una rebaja de tipos de, probablemente, 50 puntos básicos (0,5%). Este recorte se sumará a la rebaja concertada similar liderada por la Reserva Federal a comienzos de octubre, con lo que los tipos en la zona euro se situarán en el 3,25%. Este extra estímulo monetario es no sólo necesario en nuestra opinión sino que demuestra qué errónea fue (o al menos innecesaria) la subida de julio y cómo la obsesión del BCE por la subida de los precios de las commodities y la posibilidad de eventuales efectos sobre la inflación -vía salarios- era injustificada.
Sin embargo, estas rebajas de tipos siguen teniendo un efecto limitado sobre la economía debido a los todavía altos diferenciales entre los tipos oficiales y los interbancarios ya que, a pesar de que los bancos de la zona euro tienen ahora acceso a liquidez ilimitada (previo préstamo de colateral) al tipo mínimo del BCE, siguen no sólo reacios a prestar a otros bancos -o al resto de la economía-, sino que prefieren, antes que asumir riesgo de contrapartida, colocar sus excesos de liquidez en el propio BCE (deposit facility), a pesar de estar remunerado 50 puntos básicos por debajo del tipo oficial y claramente del interbancario.
La otra duda es cuánto más bajará los tipos el BCE en los próximos meses. La casi segura recesión en la que se encuentra sumida la economía, y el consiguiente aumento de su output gap, ayudado por la fuerte caída del petróleo, está provocando una caída de la inflación casi tan rápida como su subida a comienzos de año, por lo que el objetivo del BCE debería ser llevar los tipos reales lo más cerca posible de cero (tipos = inflación), lo que significa que la rebaja de este jueves no sería la última y podríamos ver tipos cercanos al 2% antes del verano. Esperemos que esa rebaja ayude no sólo a la economía sino también al sector financiero y haga que los tipos interbancarios continúen cayendo, al menos en la misma cantidad que los oficiales, para alivio de hipotecas. Va a hacer falta, ya que pensamos que el panorama macro en 2009 se presenta bastante complicado.
Antonio Villarroya. Jefe global de estrategia de tipos en Merrill Lynch