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Valores para una larga travesía del desierto

Telefónica es la firma cotizada española más recomendada entre las firmas de análisis, que se reconocen desbordadas por la inestabilidad del mercado.

Valores para una larga travesía del desierto
Valores para una larga travesía del desiertoBloomberg

Cuando el pánico vendedor se apodera de la Bolsa un día sí y otro también, la renta variable se convierte en un terreno inmanejable y hostil, sólo apto para inversiones de alto riesgo. Pero si el inversor es capaz de asomarse al desolador panorama con algo de perspectiva y es capaz de pensar en el largo plazo, entonces empiezan a vislumbrarse las oportunidades.

A estas alturas, nadie cuestiona que la tendencia de la Bolsa es a la baja pero, ante este escenario, son dos las opciones que se presentan para quienes desean adentrarse o permanecer en la renta variable. La de quienes aspiran a aprovecharse de los rebotes que se producirán a lo largo del ciclo bajista -hubo hasta cuatro entre 2000 y 2001, en pleno pinchazo tecnológico- y la opción de quienes apuestan por el largo plazo. Ante derrumbes como el sucedido esta semana con la nacionalización de los planes de pensiones en Argentina, los analistas dudan de dónde está el suelo del mercado, aunque también es unánime la opinión de que la debacle bursátil multiplica el potencial alcista a futuro de muchos valores.

'La selección de valores tiene más sentido con una tendencia alcista definida, pero el potencial alcista es enorme', reconocen Miguel Castells, director de inversiones de Finanduero. Escarmentados de las caídas bursátiles, los expertos toman todas las cautelas a la hora de recomendar valores pero hay criterios comunes: un perfil de negocio defensivo, desmarcado en la medida de lo posible de la marcha del ciclo económico, una valoración atractiva y una alta rentabilidad por dividendo.

Invertir ahora es poner la vista en el largo plazo o apostar por un efímero rebote

Una vez definido el retrato robot, Telefónica, que arrastra una caída en Bolsa del 39,3% este año, es el valor más recomendado entre las firmas de análisis consultadas. 'Las telecomunicaciones quizá no son el sector más barato pero se puede confiar en su capacidad de generar beneficios', explica Ignacio Dolz, director de inversiones de A&G Valores. En este sentido, Fortis añade que Telefónica 'sigue mostrando un perfil de crecimiento superior al sector, no recogido en los múltiplos a los que cotiza. Tiene una remuneración al accionista atractiva y prioritaria para sus gestores'.

Santander, con un derrumbe del 51,6% este año, es el segundo valor que aparece con más frecuencia en las carteras modelo, aunque su recomendación no es tan unánime y hay firmas que directamente prescinden de los bancos, con independencia de su tamaño o perfil de negocio. 'Tenemos una visión bastante negativa del sector bancario. España está en plena depresión inmobiliaria y los balances se han deteriorado', señalan desde Venture Gestión, donde advierten también que la extensión de la recesión económica a América Latina va a pesar inevitablemente sobre los grandes valores de la Bolsa española.

No hay rastro de inmobiliarias ni de bancos medianos en las carteras modelo. Dentro del sector bancario, sólo aparece BBVA a menudo como alternativa a Santander gracias a 'unos ratios de capital algo más holgados', según defienden desde M&G Valores.

Repsol, que ha visto esfumarse en los últimos tres días el 23,6% de su valor en Bolsa, también es otro de los valores más recomendados, aún con más convicción después del severo castigo sufrido esta semana por su presencia en Argentina. Iberdrola, su filial Renovables y Enagás figuran igualmente en las carteras modelo y, en el sector de la construcción, las mejor vistas son FCC y OHL, con un menor volumen de deuda que sus rivales.

Completan las quinielas de las carteras modelo de las firmas consultadas Técnicas Reunidas, Indra, Grifols y BME y Telecinco -dos de los valores con mayor rentabilidad por dividendo-. Fuera del índice selectivo, aparecen como valores recomendados Viscofan, Europac y Prosegur.

La rentabilidad por dividendo supera a los bonos

El desplome de los mercados bursátiles y la huida de los inversores hacia la renta fija ha traído una situación insólita en la Bolsa española. 'Muchas empresas del Ibex 35 ofrecen una rentabilidad por dividendo a niveles históricamente superiores al de las letras y bonos del Estado. Es la primera vez en los últimos 20 años en que la rentabilidad por dividendo estimada del Ibex supera a la del bono español a diez años', afirma Rafael Romero, director de inversiones de Unicorp Patrimonio.Así, al cierre del viernes la rentabilidad por los dividendos pagados del Ibex es del 6,4%, frente al 4,37% de rendimiento del bono español a diez años. El mercado bien puede temer por recortes de beneficios pero muestra mayor confianza en que las empresas conservarán el reparto de dividendo e incluso lo seguirán incrementando. Según datos de JCF, BBVA, Santander y BME ofrecen una rentabilidad por dividendo previsto para el próximo año que supera holgadamente el 9%. En Repsol y Telecinco va más allá del 8% y en Mapfre y Telefónica supera el 7%.En cualquier caso, y a diferencia de la Bolsa, las letras del Tesoro y los bonos ofrecen una rentabilidad cierta y muy preciada en los actuales tiempos de inestabilidad. Las emisiones de deuda soberana de calidad se han convertido en un activo con fuerte demanda. Así, en la última subasta de letras a 12 meses, celebrada el pasado 15 de octubre, el rendimiento -que se mueve a la inversa del precio- quedó en el 3,403%, casi un punto porcentual por debajo del 4,34% al que concluyó la subasta anterior, realizada el pasado mes de septiembre. Un nivel de rentabilidad que no se veía desde julio de 2006, cuando estos activos rentaban el 3,36%.Los planes de ayuda a la banca anunciados por los gobiernos de Europa y EE UU, y que se basan en la emisión de deuda pública con la que crear fondos para respaldar la liquidez y la solvencia de las entidades, podrán cubrir el apetito del mercado por activos seguros. Pero 'pueden elevar el déficit público y el peso de la deuda sobre el PIB y tener impacto sobre la inflación. También hay que tener esto en cuenta al comprar deuda pública y no jugarse todo a una carta', apuntan desde el mercado.

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