Los demócratas estudian en EE UU otro plan fiscal para afrontar el ambiente de recesión
El Partido Demócrata en el Congreso estudia un nuevo programa de estímulo fiscal, el segundo desde que empezó la crisis, para proveer de cierto desahogo a unos ciudadanos que están sintiendo cada vez más el ambiente de recesión.
La líder de los demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi, tiene previsto convocar a las cámaras tras las elecciones para sacar adelante un paquete de medidas que incluyan una nueva inyección de inversión en obras públicas, una ampliación de las prestaciones de desempleo, ayudas a los estados que ahora no pueden colocar su deuda, como California, y algunos recortes fiscales.
Con este plan se trataría de responder a una situación económica que no hace más que mandar mensajes de deterioro. El último llegó ayer al verificarse que la producción industrial cayó un 2,8% en septiembre. La lectura de los datos de septiembre está en cierta medida desvirtuada por el impacto de la huelga de Boeing y los efectos de los huracanes, con todo, la tendencia sigue siendo negativa y en los últimos tres meses se acumula una caída del 5,8%, 'consistente con una recesión', dicen los analistas de Wachovia.
La ansiedad entre los ciudadanos es tan palpable que la lucha por el voto de la clase media se ha convertido ahora en fundamental y por ello trabajan los candidatos en la recta final de la campaña.
Ayer, empezaron a emerger las grietas entre el actual Gobierno por unos planes para la crisis que se centran sobre todo en rescatar a la banca. Una de las responsables del plan, Sheila Bair, presidenta del Fondo de Garantía de Depósitos, dijo a The Wall Street Journal que el Gobierno no ha hecho ningún plan agresivo para prevenir los embargos de casas. Según Bair, que fue nombrada por el actual Gobierno, el plan no es suficiente para estabilizar el mercado de la vivienda.