Muy lejos de las prioridades del líder
McCain no tiene un plan para reformar las pensiones y Obama cree que la crisis de la energía es más prioritaria.
La 'ownership society' o sociedad de los propietarios que George Bush patrocinaba en 2004 era la piedra angular de su política económica para la segunda legislatura. La filosofía de este plan nonato descansaba en que la responsabilidad de programas sociales como la sanidad y las pensiones se transfería del Estado a los individuos y que eran ellos los que tenían que gestionarlo porque conocían mejor sus intereses. Cuentas de ahorros fiscalmente atractivas eran la receta de esta política individualista.
El programa naufragó con el resto de la agenda de Bush. La debilidad del Gobierno y las críticas de economistas que afirmaban que ni siquiera premios nobeles saben gestionar eficientemente sus cuentas de ahorro en una economía cada vez más sofisticada acabaron con esa prioridad.
Hoy, y dado el descalabro de los mercados los ciudadanos están empezando a querer que muchos elementos de su jubilación sean sólidos y no dependan tanto de las variaciones del mercado y unos ahorros que cada vez son más difíciles de mantener. Un reciente estudio de la AARP, una extensa asociación de jubilados, el 13% de los trabajadores mayores de 45 años está sacando dinero de sus cuentas de jubilación para cubrir sus necesidades corrientes y el 20% han dejado de contribuir a ellas con más fondos en el último año. Para muchos el ahorro no es una opción posible y el 51% de los trabajadores no tiene plan de pensión obligatoria en su trabajo.
El panorama de las pensiones no está claro y para sorpresa de los electores los candidatos a la presidencia no lo ven prioritario. Algo a su favor tiene Obama que tiene un plan, (vago, pero algo es) para cincelar un nuevo escenario para las pensiones. Pero en el último debate, el de la semana pasada, cuando se les preguntó cuáles eran sus prioridades dada la actual situación, 'sanidad, energía o pensiones', dijo que podía trabajar en los tres, lo que llama la atención cuando ni siquiera tiene un programa para pensiones. Eso sí, dijo que los pensionistas del futuro tendrán menos que los de ahora. Obama respondió hablando de energía.