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Hacia un nuevo orden financiero

El Tesoro y la Fed apremian al Senado para que apruebe el rescate

La Fed y el Tesoro de EE UU trataron ayer de convencer a los senadores de que el plan para comprar 700.000 millones de dólares de activos tóxicos es la mejor receta para salir de las turbulencias financieras. Ambas entidades advirtieron que, en caso de no actuar rápido, la crisis podría acabar hundiendo la economía del país.

El Tesoro y la Fed apremian al Senado para que apruebe el rescate
El Tesoro y la Fed apremian al Senado para que apruebe el rescateREUTERS

Henry Paulson tuvo que desplegar ayer todas sus dotes de persuasión en el senado de Estados Unidos. El secretario del Tesoro trató de convencer a la comisión de banca de la importancia de que el Congreso y la Cámara Alta aprueben cuanto antes el plan para comprar 700.000 millones de dólares (477.000 millones de euros) de activos financieros con problemas. El responsable de la cartera de Economía del Gobierno de George Bush estuvo acompañado por el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y por el presidente del regulador de los mercados (SEC, en inglés), Christian Cox.

'Tenemos que tomar nuevas acciones, que sean decisivas, y que se dirijan directamente a la raíz de las turbulencias', explicó ayer Paulson a los legisladores. La medida propuesta consiste en que el Estado adquiera los activos tóxicos de la banca que actualmente no pueden vender. De esta forma, se restablecería la normalidad de los mercados financieros.

Para Bernanke, la importancia de la medida es crucial. 'Es urgente que el Senado actúe para estabilizar la situación. De no hacerlo, podría haber consecuencias muy graves para nuestro sistema financiero y nuestra economía', aseguró. En caso de que el mercado crediticio no vuelva a la normalidad 'se perderán puestos de trabajo, aumentará la tasa de paro, se embargarán más casas y el Producto Interior Bruto se contraerá. La economía estadounidense no podrá recuperarse', advirtió.

El respaldo del presidente de la Fed a la mayor intervención estatal en los mercados desde la Gran Depresión es absoluto después de que fracasara su intento de reactivar la economía con la mayor bajada de tipos de interés en dos décadas. Cayeron del 5,5% al 2% entre septiembre de 2007 y abril de 2008.

Oposición desde los dos partidos

Algunos senadores tratan de frenar el proyecto. Los demócratas piden que se incluyan ayudas a los propietarios de viviendas y se limiten el sueldo variable de los banqueros, mientras que el ala republicana cuestiona la finalidad y la dimensión del plan.

El representante demócrata por Ohio, Sherrod Brown, aseguraba ayer que sus electores rechazan de plano la propuesta. Mientras, el senador republicano por Kentucky, Jim Bunning, advertía a Paulson y a Bernanke que el plan supone 'tomar todo el daño sufrido por Wall Street y dispensarlo entre todos los contribuyentes'.

Una de las cuestiones que la intervención ante el Senado dejó sin resolver es el precio que pagar por los activos ilíquidos de la banca. Al respecto, Bernanke aseguró que el Tesoro no comprará a los bancos 'a precio de saldo' sino a un nivel más razonable.

La medida que intenta sacar adelante la administración Bush se uniría a rosario de intervenciones para aliviar la situación del sector financiero. Una de ellas fue la de nacionalizar transitoriamente Freddie Mac y Fannie Mae -las principales entidades hipotecarias de EE UU-. Una decisión 'necesaria y apropiada', en palabras del presidente de la Reserva Federal. Bernanke también reconoció que los bancos centrales habían tratado de buscar una solución privada para Lehman Brothers, pero no pudieron evitar su quiebra.

Un 'agujero regulatorio' de 58 billones de dólares

El presidente de la Comisión de Valores de EE UU (SEC por sus siglas en inglés), Christopher Cox, instó ayer a los legisladores a adoptar las medidas necesarias para subsanar el 'agujero regulatorio' existente en el mercado de garantías de deuda (credit default swaps) cuyo montante asciende a unos 58 billones de dólares (39,4 billones de euros) y que actualmente no está supervisado. Cox recordó que el fracaso del acta Gramm-Leach-Bliley para otorgar autoridad reguladora sobre la banca de inversión a alguna de las agencias gubernamentales ha representado, tras la experiencia de los últimos meses, 'un costoso error'. 'Existe otro agujero regulatorio similar que debe ser subsanado inmediatamente para evitar consecuencias parecidas. El mercado de unos 58 billones de dólares en garantías de crédito CDS no está regulado por nadie', señaló. Este tipo de cobertura ha sido uno de los instrumentos que ha propiciado la propagación de los activos tóxicos tras el comienzo de la crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime, en inglés). 'Les insto a proporcionar la autoridad necesaria para regular estos productos y mejorar la protección de los inversores (...) Ni la SEC ni cualquier otro regulador cuenta con autoridad sobre el mercado de CDS, ni siquiera para poder solicitar una mínima información a los mercados', añadió. Cox recordó que la división de orden público del regulador bursátil ha emprendido una amplia investigación respecto a la manipulación de los mercados por las instituciones financieras, con especial atención a los bróker e inversores institucionales con actividad significativa en emisiones financieras y posiciones en CDS.

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