Italia busca un acuerdo 'in extremis' para salvar Alitalia
Alitalia vivió ayer domingo uno de sus días más conflictivos. Ante el fracaso de las dos reuniones que se mantuvieron durante la mañana, el Gobierno que preside Silvio Berlusconi se comprometió a presentar un documento de mediación para limar las diferencias entre los sindicatos y los futuros compradores de la compañía y llegar así a un acuerdo que pudiera salvar a la aerolínea de una quiebra. El comisario extraordinario de Alitalia, Augusti Fantozzi, advirtió el sábado de la posibilidad de tener que cancelar vuelos debido a las dificultades para pagar el carburante.
Al cierre de esta edición los ministros de Trabajo y de Transportes, Maurizio Sacconi y Altero Matteoli, tenían previsto celebrar un encuentro con los sindicatos y la Compañía Aérea Italiana (CAI), creada por un grupo de 18 empresarios del país dispuestos a comprar la aerolínea para presentarles el documento de mediación.
Sin embargo, la tensión entre las partes hizo que la reunión, que estaba prevista inicialmente para las 18 horas se fuera posponiendo, primero hasta las 19 horas y más tarde, hasta las 22 horas.
Según publicaron ayer diversos medios italianos la CAI se habría mostrado dispuesta a invertir otros cien millones de euros, que tendrían como destino hacer frente a los convenios colectivos de los trabajadores, especialmente de los pilotos, que son quienes han mostrado una mayor oposición.
El recorte salarial, de entre el 30 y el 40%, y la petición de un aumento de las horas de trabajo fue la principal de las causas que llevó a interrumpir las negociaciones a lo largo del día. Además, los pilotos consideraron insuficiente el plan industrial presentado, porque prevé alrededor de 1.000 despidos, lo que reduciría considerablemente el volumen de la compañía.
Durante el día, cientos de trabajadores de Alitalia se manifestaron para pedir respeto a los futuros compradores y firmeza a los sindicatos.