Bruselas cuestiona la exclusividad de Telefónica sobre su fibra óptica
La Comisión Europea alberga 'serias dudas' sobre la legalidad de las medidas cautelares de la CMT que eximen a Telefónica de la obligación de permitir el acceso de compañías rivales a su red de fibra óptica. Fuentes del organismo comunitario advierten que no van a tolerar una relajación de las normas de competencia aunque se invoque como justificación la necesidad de favorecer la inversión en nuevas infraestructuras.
Las medidas cautelares de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) aprobadas el pasadomes de julio que eximen a Telefónica de abrir a la competencia su nueva red de fibra óptica despiertan "serio escepticismo" en la Comisión Europea.
Fuentes del organismo comunitario consultadas por CincoDías señalaron que el departamento de Viviane Reding, comisaria europea de Sociedad de la Información, está a la espera del análisis de mercado de la CMT que justifique esa medida. Pero adelantaron que "Bruselas no va a permitir la aplicación parcial de las normas de competencia ni la concesión de minivacaciones reguladoras para incentivar la inversión". Y recordaron que Alemania ya intentó un camino similar para ayudar a Deutsche Telekom y el caso terminó ante el Tribunal de Justicia europeo, que todavía no ha dictado sentencia.
"La Comisión no ve una dicotomía entre inversión y competencia", señalaron fuentes comunitarias que reconocen "haber estudiado ya en detalle las medidas aprobadas por la CMT". Y apuntaron que las autoridades nacionales, si quieren incentivar la inversión, disponen de la posibilidad de regular el precio de acceso a la red para permitir a las operadoras recuperar con suficiente margen el capital desembolsado en la nueva infraestructura.
Según ha podido saber este periódico, la CMT remitió hace unos días al departamento de Reding el texto de las medidas cautelares sobre acceso mayorista a la infraestructura telefónica.
Aunque Bruselas, según la legislación actual, no tiene potestad para pronunciarse sobre esasmedidas, porque fueron adoptadas con carácter de urgencia, Reding ha urgido a la CMT "a completar lo antes posible" el análisis de mercado en que basa su decisión. Y Bruselas recuerda que las medidas no pueden convertirse en definitivas mientras no se concluya ese estudio y se someta a una consulta exhaustiva.
En el organismo comunitario se insiste en que los cambios tecnológicos no eximen del cumplimiento de las normas de competencia. Y se recuerda que los reguladores nacionales deben juzgar a un operador es función de su posición en el mercado. "Si es dominante hay que aplicarle los remedios con independencia de que las infraestructuras sean nuevas o antiguas", advierten fuentes conocedoras del expediente.
La CE cree que casos como el español demuestran la necesidad de una intervención comunitaria para clarificar las normas aplicables a las nuevas redes y evitar que cada regulador nacional haga su propia lectura. El departamento de Reding ya ha elaborado al respecto un borrador de recomendación (al que ha tenido acceso este diario) en el que se confirma la obligación de los operadores dominantes de abrir sus redes a la competencia.
Esa postura comunitaria coincide con la de gobiernos como el del Reino Unido. Posición que, según algunos expertos, concuerda con el interés de British Telecom de crecer en mercados donde no dispone de red.
España, según las fuentes consultadas, defiende, en cambio, que el desarrollo de las nuevas redes debe hacerse a base de "fomentar la competencia entre infraestructuras". Una postura que, según sus partidarios, "evita que aparezcan empresas rémoras que medran a costa de la inversión de otras".
"La CE acepta que la próxima generación de infraestructura requiere un volumen de inversión muy superior a la red de cobre", señalan fuentes comunitarias familiarizadas con la recomendación. "Por eso el texto permitirá que se tome en cuenta esa circunstancia al fijar el precio de acceso mayorista y permitirá calcular un retorno de la inversión muy superior al actual". La recomendación contempla un beneficio del 15%, frente al 2%-3% habitual en las redes de cobre.
Las mismas fuentes recuerdan que el Parlamento europeo también ha rechazado recientemente, durante la tramitación del nuevo marco regulador de las telecomunicaciones, cualquier trato de favor a la inversión de los antiguos monopolios en nuevas redes.
Un aliento para los operadores alternativos
La posición de la Comisión Europea es un mazazo para la CMT, que creía haber encauzado una regulación que sería bien vista por Bruselas, y para Telefónica, que ve amenazada una normativa que beneficia sus intereses. De hecho, fuentes nacionales insisten en que las medidas cautelares de la CMT van en la misma línea que la regulación que quiere aprobar Francia y que cumplen los principios establecidos por la CE en su borrador de recomendación.Pero si al final, como anticipa Bruselas, no es así y la CMT tiene que cambiar su posición regulatoria y abrir la red de fibra de Telefónica, habrá un grupo de afectados que se lo agradecerá: los operadores alternativos. La patronal de estas compañías, así como Vodafone y Orange han dejado claro que la normativa del regulador nacional anticipa la vuelta al monopolio.