Fondos para afrontar el semestre
Los asesores proponen carteras defensivas en las que destacan los fondos de autor y la gestión alternativa.
Los gestores de carteras se enfrentan a un entorno complicado, con unos mercados inciertos y volátiles y un objetivo a batir, la inflación, que se come las ganancias de casi cualquier apuesta de inversión. Dada la inestabilidad reinante y las dudas sobre cuál será el suelo de las economías, las carteras propuestas por los profesionales están encaminadas a evitar un descalabro si las Bolsas siguen cayendo a plomo, pero no rehúyen el riesgo en las propuestas más agresivas. En un escenario como el presente, la gestión alternativa se ha convertido en un arma irreemplazable para muchos asesores financieros. El gestor, además, gana protagonismo y se apuesta por fondos muy personales, donde las habilidades propias del que gestiona priman sobre la evolución de los mercados en los que invierte.
'Tras un primer semestre fatídico en los mercados, para el inversor conservador proponemos carteras muy conservadoras y para el agresivo, carteras muy agresivas', explica Félix López, socio director de Atlas Capital Gestión de Patrimonios. 'Observamos dos escenarios futuros, al alza o a la baja, que pueden ser muy bruscos. Si el mercado se dispara el inversor más agresivo, el de Bolsa, no querrá perdérselo. Para el más conservador, entre tanto, el objetivo es la preservación de capital'. Como norma general, el carácter de las carteras es defensivo, y la liquidez mantiene un peso importante, en especial en las propuestas de menor riesgo. Las carteras conservadoras llegan a tener hasta un 60% invertido en fondos monetarios, en tanto que la presencia de fondos de renta fija con duración es mínima. Las perspectivas para la renta fija a largo plazo son poco halagüeñas, habida cuenta de que las expectativas de inflación no hacen sino elevar el rendimiento de los bonos y hacer caer su precio, que se mueve a la inversa del rendimiento, dando como resultado la pérdida de valor de los bonos y minusvalías en los fondos que invierten en ellos.
'Llevamos tiempo fuera de la renta fija, pero es cierto que sin ella las carteras más conservadoras se quedan un poco cojas', comenta Marta Campello, de Abante Asesores. 'Hemos incorporado gestión alternativa, porque está descorrelacionada de los mercados y disminuye la volatilidad'. Muchas firmas proponen suplir la renta fija tradicional por fondos de renta fija alternativa, que tienen como objetivo obtener rentabilidades absolutas, al margen de que suban o bajen los bonos.
'Quien entre ahora puede estar asumiendo una de las mejores oportunidades de inversión', dice Marta Campello, de en Abante
Los asesores han dado la espalda a la Bolsa española
Después de un año desde el estallido de la crisis subprime, los fondos monetarios dinámicos prácticamente han desaparecido de las carteras. Estos fondos aderezan la inversión en activos monetarios con emisiones de deuda empresarial, con el objetivo de obtener rentabilidades superiores a la de los monetarios más puros. Pero se da el caso de que estas carteras se vieron salpicadas por la crisis subprime, porque muchas de ellas invirtieron en emisiones estructuradas que contenían activos ligados a las hipotecas de alto riesgo.
'Nuestra cartera conservadora tiene un carácter proteccionista, para mantener el patrimonio invertido, más un plus de rentabilidad', comenta Eduardo Antón, analista de fondos de Inversis Banco. Descartada la renta fija a largo plazo y los monetarios dinámicos, los gestores buscan alternativas para tratar de obtener esa rentabilidad adicional para las carteras más defensivas. Y ahí están surgiendo nuevas ideas. Inversis, por ejemplo, recomienda un fondo que invierte en volatilidad, el CAAM Volatility Euro, de Crédit Agricole. 'No le afecta tanto la direccionalidad de la Bolsa como su volatilidad', explica Eduardo Antón.
Algunos asesores han optado por incluir en las carteras conservadoras activos de mayor riesgo del habitual. Atlas, por ejemplo, apuesta por la renta fija emergente en divisa local a través del fondo Julius Baer Local Emerging Bond. La renta fija emergente tiene potencial a juicio de los expertos gracias, por un lado, a la saneada situación financiera de muchos de estos países, y a la expectativa de que sus divisas se aprecien con el tiempo; muchas de ellas se encuentran en estos momentos artificialmente devaluadas, pero aumenta la presión internacional para que las dejen flotar libremente.
La renta fija privada, que invierte en bonos de empresa, es otra alternativa. 'Consideramos que el movimiento tan fuerte que han tenido los diferenciales de crédito entre los tipos de los bonos corporativos y los de la deuda pública ha sido exagerado y apostamos por que empiecen a reducirse', señalan en Deutsche Bank. 'Las compañías que han buscado financiación en el mercado primario lo han hecho con éxito. Apostamos por títulos de corta duración y alta calidad crediticia', añaden.
'En lo conservador estamos pasando parte del peso de la cartera a la Bolsa', explica Marta Campello, de Abante. Esta firma acaba de elevar el peso de la renta variable en su estrategia. 'Creemos que el recorte actual de los mercados debe tomarse como una oportunidad para hacer cartera', sostiene esta experta. 'Quien se atreva a entrar ahora en los mercados estará asumiendo una de las mejores oportunidades de inversión'.
Aunque buena parte de las carteras más agresivas reservan por el momento un porcentaje a la liquidez, como colchón, la renta variable domina las propuestas de los asesores, principalmente la europea y la estadounidense. 'Apostamos por la Bolsa a partir del último trimestre del año, momento en el que esperamos que los datos económicos americanos se recuperen, la inflación tienda a moderarse y podría haber mejorado el mercado interbancario', explican en Deutsche Bank
Hace ya tiempo que las firmas de asesoramiento le dieron la espalda a la Bolsa española. Tan sólo Banif mantiene algunos fondos de renta variable española en sus carteras más agresivas.
La renta variable estadounidense, por el contrario, tiene cada vez más predicamento entre las firmas. Muchas de las apuestas en este mercado se realizan a través de fondos de estrategia valor, es decir, aquella que invierte en compañías con buenas valoraciones sin que necesariamente ofrezcan fuertes crecimientos de beneficio. Es el caso del US Pioneer Fund que tiene Atlas Capital en cartera, o el UBAM NB US Equity Value de Abante Asesores.
Una apuesta cada vez más clara es a favor del dólar frente al euro, lo que significa que los fondos de Bolsa americana no tienen la divisa cubierta. 'El euro está sobrevalorado. Hace tres años nuestra cartera hubiera resultado un desastre sólo por la depreciación del dólar', comenta Félix López, de Atlas Capital. 'Ahora es cierto que existe riesgo de divisa, pero a estos niveles es difícil equivocarse. Se puede ganar más por la apreciación de la divisa que por la revalorización del activo', añade. Deutsche Bank tiene una previsión a 12 meses que sitúa el euro en el entorno de 1,45 dólares frente a los niveles actuales, en torno a 1,57 dólares.
Las apuestas de renta variable muestran también una clara preferencia por la gestión activa y los fondos de autor. Los asesores perciben que en el entorno actual de mercado hay que apostar por gestores capaces de sobresalir, que huyan de los índices, apuesten por ideas y tengan la intuición y la flexibilidad suficientes como para aprovechar los tirones del mercado.
En las carteras aparecen fondos de estas características como el Oyster European Opportunities, gestionado por Eric Bendahan, el M&G American Fund de Aled Smith o el Carmignac Patrimoine de Edouard Carmignac.
'Ahora más que nunca el papel del gestor es muy importante', sostiene Marta Campello. 'Recomendamos apostar por gestores que tengan intuición, el feeling del mercado. Deben ser flexibles, capaces de saber ver el mercado y posicionarse'. Dentro de esta categoría de autor se encuentran fondos de renta variable y fondos mixtos flexibles, que permiten al gestor entrar y salir con agilidad del mercado, según su percepción del mismo.
A pesar de las fuertes subidas de los últimos años, los mercados emergentes aún tienen cabida en las carteras más agresivas. Países como Brasil y Rusia siguen manteniendo potencial a largo plazo, según los asesores financieros. 'Mantenemos la apuesta por los mercados emergentes, si bien a corto plazo pueden seguir sufriendo, al ser estos mercados los más penalizados por la subida de la inflación, por tener mayor peso de alimentos y energía en su cesta de consumo', explican los asesores de Deutsche Bank.
NUEVAS IDEAS
Fondos para carteras conservadoras
Renta fija alternativa Ofrecen rentabilidad absoluta, al margen de la subida o bajada de los bonos.
Renta fija emergente Se benefician de los balances saneados de las economías emergentes y de la apreciación de la divisa.
Gestión alternativa Los hedge funds diversifican la cartera al estar descorrelacionados del mercado.
Bonos de empresa La caída de precios ha sido exagerada según los expertos.
Nuevas ideasJapón, la eterna promesa
Durante más de una década Japón ha sido la eterna promesa. La economía del país asiático ha vivido durante años periodos de recesión y estancamiento que han obligado a las autoridades a realizar profundas reformas estructurales. Los inversores han esperado durante años una recuperación sostenida del país. Pero las apuestas por Japón a menudo han resultado fallidas porque la economía no termina de despegar. Es, sin embargo, un activo presente en casi todas las carteras agresivas propuestas por los asesores financieros.'En Japón debes separar el componente emocional del racional', explica Félix López, de Atlas Capital. 'Existen factores muy atractivos en aquel país: las valoraciones son razonables, la actividad corporativa sigue al alza, las compañías se están reestructurando y es un mercado que está muy infraponderado en las carteras globales'.Marta Campello, de Abante Asesores, está de acuerdo con esta perspectiva. 'Llevamos tiempo sobreponderando Japón. Parece que el inversor local comienza a apostar por la Bolsa'.Prácticamente todas las carteras agresivas propuestas por los asesores destinan una parte a la Bolsa japonesa. No obstante, la ponderación es pequeña. Abante le reserva un 6%, mientras que Banif no le da más de un 2%.