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Fútbol

El Valencia se asoma al abismo económico

El club necesita urgentemente vender las parcelas de Mestalla

A Juan Soler, máximo accionista del Valencia CF, le ha costado cinco meses asumir que la entidad necesita poner en marcha medidas urgentes para solventar su delicada situación financiera. Después de que el año pasado la realidad inmobiliaria derrumbase su estrategia de vender de forma anticipada el suelo del actual Mestalla para financiar el club y afrontar la construcción del nuevo campo, Soler ha visto cómo las cosas han ido de mal en peor, en lo deportivo, en lo social y en lo económico. El aumento de los gastos, con dos entrenadores despedidos y nuevos fichajes, y la reducción de los ingresos, con la eliminación prematura de la Champions League y sin haber colocado a ninguno de sus jugadores en el mercado de invierno, ha acabado provocando una tensión de tesorería que amenaza con agravarse si no se toman medidas drásticas.

El problema al que se enfrenta ahora el club es que el avance de las obras del nuevo estadio, que se construye a toda velocidad en la avenida de las Cortes Valencianas, supone que a partir de los próximos meses habrá que afrontar unas certificaciones mensuales por parte de las constructoras mucho más elevadas que las actuales, a razón de entre 25 y 30 millones al mes hasta febrero de 2010. El Valencia contaba con la venta de las parcelas del viejo Mestalla, para su aprovechamiento como suelo urbanizable cuando se derruya. Sin embargo, el primer intento de vender una de esas parcelas fue un fiasco. Nadie la quiso comprar al precio que pidió el club. Y aunque Soler se la quedó por los 90 millones que pedía (si bien sólo ha pagado el 15% del total porque no se puede escriturar aún, ya que todavía no se ha reparcelado la zona por parte del Ayuntamiento), parece evidente que esa no es la solución para el resto de solares, que tienen un valor estimado para la sociedad de entre 300 y 350 millones de euros.

Soler tiene ahora sobre la mesa un plan de viabilidad, que ha elaborado el director general del club, Miguel Gonzálvez y su equipo. Según ha podido saber CincoDías, la línea estratégica de ese plan pasa por hacer líquidos 'urgentemente' determinados activos del club. Se trata de volver a retomar la venta de las parcelas de Mestalla, una tarea que tiene encomendada personalmente Soler, y que se había paralizado por la coyuntura del mercado. Fuentes conocedoras de la situación de la entidad explican que el máximo accionista esta vez tiene a posibles compradores, que en este caso serían fondos de inversión extranjeros. La intención es 'vender todas las parcelas y cobrarlas cuanto antes', explican las mismas fuentes, sin renunciar a una rentabilidad razonable.

Con ese dinero, el Valencia podría cancelar un préstamo de 200 millones de euros y que tiene como garantía el viejo campo de Mestalla. Esta deuda financiera es el principal escollo del club, ya que es a corto plazo. El comprador se subrogaría la hipoteca o la entidad la cancelaría. El Valencia tendría una liquidez superior a los 100 millones de euros y capacidad para endeudarse. Esta operación garantizaría la construcción del nuevo estadio sin tener que ralentizar las obras, como ha insinuado un consejero como alternativa.

La urbanística no será la única desinversión que deberá hacer el Valencia. La plantilla cuenta con más de 35 jugadores, cuando sólo se pueden inscribir 25. Un exceso que supone que sólo los costes de la plantilla sean superiores a los ingresos que puede generar el club. Entre los que habrá que vender será necesario incluir alguno de los jugadores de más caché, 'pero no todos como se ha dicho'. 'Son medidas no para salir del paso si no para garantizar la supervivencia', explican fuentes del club.

Soler sigue escuchando ofertas por el club

Juan Soler dejó la presidencia del Valencia CF pero sigue siendo el máximo accionista y continua mandando en la entidad. De hecho, el nuevo consejero delegado, Jesús Wolstein, es un hombre de su entera confianza y en realidad es como una prolongación suya en el consejo. Según las fuentes citadas, Soler y Wolstein se reunieron el pasado lunes con Juan Villalonga, un encuentro no confirmado oficialmente pero que al menos dos personas próximas a Soler aseguran que se produjo.Y es que Villalonga estuvo en la ciudad ese día y se reunió con el presidente de Bancaja, José Luis Olivas. Desde la entidad financiera se asegura que no se habló del Valencia CF. Se da la circunstancia de que este entidad es el mayor acreedor del club.El ex presidente de Telefónica mantuvo hace unos meses una reunión con representantes del club.Entonces se aseguró que el objetivo de Villalonga era comprar la entidad, hecho que después fue desmentido por el empresario, que aseguró que estaba interesado en gestionar el futuro estadio y los elementos de ocio que lo rodearán.Soler tiene la firme intención de salir del accionariado del club. Aunque inicialmente pedía unos 70 millones de euros por su 35% (lo que en teoría le había costado), lo cierto es que el promotor inmobiliario podría aceptar una cantidad bastante menor, según algunas fuentes, ya que cabe recordar que no todo su paquete se compró a 600 euros la acción. En las últimas semanas se ha especulado con la existencia de un comprador ruso.

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