Bruselas abrirá expediente a los países con mayor IPC y déficit exterior
La CE inició ayer la conmemoración del décimo cumpleaños del euro con una publicación que recoge los éxitos de esa primera década y anuncia una intensificación de la vigilancia macroeconómica sobre los socios. Bruselas advierte que a partir de ahora mandará reprimendas a los países que, como España, sufren tensiones inflacionistas y desequilibrios en la balanza comercial y corriente.
España ha superado la primera década del euro como uno de los socios ejemplares de la unión monetaria europea. En estos 10 primeros años, nunca ha incurrido en un déficit excesivo (de más del 3%) y ha terminado la década con un superávit del 2,2% y una deuda del 36% (el límite está fijado en el 60%).
Pero la Comisión Europea advirtió ayer que, a partir de ahora, va a ampliar el ámbito de su vigilancia macroeconómica. Bruselas quiere incluir en su supervisión otros elementos de la salud económica de cada socio de la unión monetaria. Y tan pronto como entre en vigor el nuevo Tratado de Lisboa (en 2009, previsiblemente) la Comisión tendrá la potestad de emitir señales de alerta sobre esos desequilibrios sin pedir permiso al Consejo de Ministros de Economía (Ecofin).
'La interdependencia de las economías europeas es hoy mayor que nunca. Debemos tomar plena conciencia de ello y avanzar hacia una verdadera coordinación de las políticas económicas', señaló el comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, durante la presentación en el Parlamento europeo del documento sobre el décimo aniversario del euro aprobado por la Comisión Europea.
Almunia añadió que esa coordinación pasa por 'extender la vigilancia más allá de lo presupuestario'. El documento de la CE concreta que 'hay que vigilar en cada Estado el crecimiento del déficit por cuenta corriente, las persistentes divergencias en inflación o las tendencias hacia un crecimiento desequilibrado porque pueden salpicar al resto de economías de la zona euro'.
El nuevo ámbito de aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento puede colocar en el punto de mira de la Comisión a países que, como España, habían pasado hasta ahora prácticamente desapercibidos. La inflación española supera la media de la zona euro desde que la Unión Monetaria arrancó hace 10 años. Y el déficit por cuenta corriente de España es el más elevado de la zona después de Grecia.
'Mientras que algunas de estas divergencias pueden ser benignas porque reflejan el proceso normal de convergencia, otras pueden ser dañinas y derivadas de un ajuste ineficaz', advierte el documento de la Comisión.
Bruselas, sin embargo, no se plantea una reforma del Pacto de Estabilidad ni del Tratado. Almunia cree que con los instrumentos actuales se puede disciplinar a los países que no corrijan sus desequilibrios más graves.
Más difícil tendrá su segunda propuesta para la próxima década: reforzar la presencia del euro en la escena internacional. Bruselas aspira a que, a muy largo plazo, la zona euro hable con una sola voz en foros como el G-8, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. Los la socios siguen resistiéndose a ello.
Fuera del área, peor
El comisario de Economía, Joaquín Almunia, advirtió ayer a los países que se niegan a adoptar el euro (Reino Unido, Dinamarca y Suecia, en estos momentos) que 'en una economía global, quienes sufrirán las consecuencias serán los que permanezcan aislados'. Almunia recordó que la zona euro ha creado en una década 16 millones de puestos de trabajo, cinco veces más que en la década anterior y una cifra por encima de la de EE UU.
¿Por qué España y Portugal han vivido una década tan diferente?
'Aunque España y Portugal compartían muchos rasgos institucionales y económicos al comienzo de la unión monetaria europea, sus economías presentan una llamativa diferencia de comportamiento desde 1998'. Portugal ha crecido, como media, 1,5%, y España, 3,75%El documento sobre el décimo aniversario del euro aprobado ayer por la Comisión Europea llega a esa conclusión e intenta buscarle alguna.Por un lado, la paridad fija con el euro en el momento de la adhesión (166 pesetas y 200 escudos) representó para la moneda española una devaluación de casi el 30%, frente al 12% de la portuguesa. Ese impulso a la competitividad se vio reducido en Portugal por un rápido aumento de los salarios. Y Lisboa, además, abandonó, a diferencia de Madrid, el proceso de consolidación fiscal. En España, además, ha aumentado mucho más la población activa. El comisario Joaquín Almunia añadió otra posible explicación. 'La estructura económica española es más diversificada'.
Eslovaquia se convertirá en enero en el decimosexto socio del euro
Eslovaquia recibió ayer el visto bueno de la Comisión Europea para convertirse el próximo 1 de enero en el decimosexto miembro de la Unión Monetaria.Si los ministros de Economía y Finanzas de la UE confirman ese veredicto, como parece probable, será el cuarto ingreso (después de Eslovenia, Chipre y Malta) de uno de los países de la ampliación de la UE en 2004. Eslovaquia no sólo adelanta a los socios veteranos más renuentes a la moneda única, como Dinamarca o Suecia (ambos votaron en contra del ingreso en un referéndum), sino que también llega al euro antes que sus antiguos compatriotas de la república checa.La Comisión también celebró ayer el décimo aniversario del euro cerrando los cuatro procedimientos de déficit excesivo que mantenía contra socios de la unión monetaria (Italia, Portugal, República checa y Eslovaquia).El comisario Joaquín Almunia, destacó que, por primera vez desde 2002, no hay ningún socio con un déficit superior al 3% del PIB.