_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

A la búsqueda de un nuevo modelo económico

Durante la pasada campaña electoral, el superávit del Estado se convirtió en algo más que un dato, se convirtió en un argumento irrefutable a favor de las que fueron las dos ideas fuerza de José Luis Rodríguez Zapatero para afrontar las críticas de los populares: el éxito de su gestión y la excelente preparación -en su opinión- de la economía española para afrontar 'la desaceleración económica'.

Se me dirá que una campaña tan reñida como la que hemos vivido hace tan sólo unos meses impone para el partido en el Gobierno la dosificación de las malas noticias económicas de las que la oposición le hará inmediatamente responsable. Pero lo que no creo es que sea honesto con los ciudadanos que estarán, además, en su perfecto derecho de cuestionar la sinceridad de otras promesas y afirmaciones realizadas.

Los ciudadanos somos mayorcitos y podemos entender perfectamente que la mezcla de campaña electoral y de crisis financiera sorpresiva y acelerada haya desbordado cualquier previsión, tanto en España como en las principales economías de nuestro entorno. Pero el tratamiento que se está haciendo de la situación económica por parte del Gobierno es más propio de una poscampaña electoral en la que se nos siguen administrando las malas noticias o, lo que sería aún peor, demostraría que los responsables de nuestra economía no tenían previsto un escenario aún peor que el que vienen proclamando y los datos de paro o la velocidad con la que la crisis devora el superávit les ha dejado fuera de combate.

Las medidas anunciadas por Solbes carecen de toda profundidad en relación al problema con el que nos enfrentamos y esa superficialidad nos dice mucho de la desorientación de la que hablo. Algo de esto último se atisba también en las pueriles declaraciones del presidente del Gobierno: 'La peor previsión de paro que podemos tener por delante será siempre mejor que la mejor que tuvo el PP en la legislatura pasada'. Así, incluido el lapsus de olvidar que la pasada legislatura fue gobernada por un Gobierno que él presidía.

Pero lo cierto es que, tras conocer que la mitad del superávit se ha volatilizado y que, con toda probabilidad, antes del verano se habrá esfumado del todo, hay que preguntarse con urgencia cuál es la estrategia con la que vamos a enfrentar una situación económica que, semana a semana, desborda con sus datos todos los escenarios. Y además alimenta las incertidumbres de la sociedad española, de los trabajadores, de los empresarios, de los pensionistas… cuando de lo que se trata es de restaurar la confianza.

El Gobierno ha revisado sus previsiones de crecimiento para el periodo 2008-2011 pero continúa haciéndolo basándose más en el optimismo antropológico que en las referencias de diversas instituciones que sitúan el PIB de este año en el entorno del 1,8%, una mayor destrucción de empleo, niveles de inflación altos y un deterioro de las cuentas públicas que nos situarían en déficit en 2009 en el mejor de los casos. Se habla mucho de la necesidad de un cambio de modelo de crecimiento y es cierto, nuestro país lo necesita, pero difícilmente podremos diseñar ese nuevo modelo si desconocemos las herramientas de las que disponemos y la realidad de la que partimos.

El presidente Zapatero aún no se ha entrevistado con los agentes sociales, a pesar de que en campaña aseguró que sería lo primero que haría, para abordar una discusión en la que tanto patronal como sindicatos tienen mucho que decir.

Urge también que el PP sea capaz de salir de su ensimismado proceso congresual y aporte sus ideas.

Estamos ante una situación extremadamente grave. Es verdad que toda la economía mundial está sufriendo una profunda desaceleración y que nosotros no somos ajenos a ese deterioro pero no lo es menos que en nuestro caso se suma a ese cambio de ciclo económico un colapso del modelo de crecimiento que hemos disfrutado todos estos años. Esa coincidencia espacio-temporal agravará las consecuencias.

Sólo de un gran debate nacional cabe esperar ideas acerca de cómo hacer frente a la crisis y qué nuevo modelo de crecimiento necesita nuestro país.

María Jesús Paredes. Socia-directora de IG Consultoría

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_