Compras con mucha cautela
Tímidamente, y con prudencia, la alegría vuelve a los mercados. Ayer el Ibex tocó los 14.000 puntos, aunque finalmente cerró en 13.919 con una subida del 0,53%. La caída del 2% de Iberdrola motivó un empujón más tímido que en otros mercados europeos. No obstante, nadie se muestra confiado y la gran duda de analistas e inversores es si ya se ha visto lo peor. Lo que parece seguro es que en las próximas semanas, e incluso meses, las noticias macroeconómicas no van a ser optimistas, lo que tendrá sus efectos en las Bolsas. Si finalmente la tendencia ha cambiado y vuelven las alzas, todo indica que la volatilidad continuará campando en los índices.
Sin embargo, se puede pensar que las ganas han vuelto a los parqués, aunque aparentemente sin grandes motivos que lo justifiquen. Los expertos apuntan a que las medidas de la Reserva Federal de EE UU han sosegado el sistema financiero y, pese a que la liquidez sigue siendo escasa, ya se anuncian operaciones corporativas y colocaciones de deuda. No se trataría en ningún caso del final del túnel, pero la salida sí está más cerca. Algo es algo.
La realidad es que desde inicios de año la mayoría de los valores han sufrido fuertes correcciones que ofrecen a los inversores buenos precios. Apostar a que los índices seguirán cayendo puede dejar fuera a más de uno, lo que quizá explique las prisas por empezar a tomar posiciones. Lógicamente, en una situación de tanta incertidumbre se hace imprescindible acrecentar la prudencia, aunque el riesgo es el componente esencial de la renta variable.
Hay que ser conscientes de que la economía va a seguir un tiempo con malas noticias. Las previsiones siguen a la baja -ayer publicó las suyas el BBVA, con un recorte de nueve décimas en el crecimiento del PIB-. Pero eso no significa ni de lejos el final de las oportunidades en los mercados.