El acceso al crédito y los tributos, claves para los empresarios
Garantizar la liquidez será fundamental, según una encuesta de PwC.
Pesimismo. Ese es el adjetivo que define el sentir general de los expertos frente a la evolución de la economía española. Según una encuesta elaborada por PricewaterhouseCoopers (PwC), la mayoría de analistas y empresarios anticipa que la desaceleración actual se mantendrá durante los próximos dos años. Para paliar la ralentización, los expertos se decantan por aumentar el suministro de liquidez y bajar los impuestos.
El 44,4% de los 317 expertos y empresarios consultados por Pricewaterhouse considera 'muy eficaz' que la política económica se encamine a incrementar la liquidez en el sistema. En segundo lugar, un 34%, considera que sería muy adecuado que el nuevo Gobierno rebajara los impuestos para espolear la actividad económica. Aun así, el PSOE, a diferencia del PP, no prometió grandes rebajas tributarias durante la pasada campaña electoral. Con la excepción de la devolución de 400 euros en el IRPF y la eliminación del impuesto sobre el patrimonio.
Los datos recabados por la consultora indican que el 90% de los encuestados cree que la actividad económica esta empeorando y el 88,6% considera que una mejor regulación podría reducir la frecuencia e intensidad de los problemas financieros. Más del 90% defiende que se debería regular la actividad de las agencias de rating. No en vano, grandes compañías como Moody's o Standard & Poor's ignoraron el alto riesgo de los productos derivados de las hipotecas basura en Estados Unidos, origen de la actual crisis del mercado crediticio. De hecho, más del 90% considera que las empresas calificadoras junto a los reguladores del mercado, son, en parte, responsables de los actuales problemas financieros.
La mitad de los expertos defiende que la economía española crecerá por debajo del 2,5% y que la desaceleración seguirá en 2009. Así, el mercado no confía en las previsiones del Gobierno, que sitúa el crecimiento del PIB en el 3,1%.
Los encuestados destacan el progresivo deterioro de la situación económica y financiera de las empresas y de las familias en los próximos trimestres. Así, prevén una mayor debilidad del consumo y un aumento del desempleo. Si bien la inflación en marzo alcanzó el 4,6% -su máximo desde 1997- el mercado espera que las tensiones inflacionistas se atenúen durante el segundo semestre y el año próximo.
Según los analistas, el IPC cerrará el año en torno al 3,5%, con lo que podría reducirse el diferencial de inflación entre España y la UE que está en 1,1 puntos. Pricewaterhouse destaca que sólo un 16% de los empresarios encuestados apuesta por aplicar una subida de precios en su compañía.
Apuesta por un recorte de tipos hasta el 3,5%
A pesar de que la alta inflación -en marzo alcanzó el 3,5% en la zona euro y el 4,6% en España-, los encuestados auguran que el Banco Central Europeo bajará los tipos de interés antes de fin de año. El 94% sostiene que de aquí a junio, el BCE recortará el precio del dinero en la zona euro. Y el 48% cree que los tipos se situarán en el 3,5% en diciembre de este año, medio punto por debajo de la tasa actual.Por el momento, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet defiende que el nivel del 4% es correcto y supedita cualquier cambio en la política monetaria a la estabilidad de precios. Así, la alta inflación reduce la posibilidad de una bajada de los tipos. Sin embargo, los expertos consultados por PwC consideran que la apreciación del euro -el viernes se cambiaba por 1,57 dólares- y la contención de las presiones inflacionistas de aquí a final de año permitirán que el BCE reduzca los tipos de interés por primera vez desde 2003. El 51,1% opina que esta medida sería 'moderadamente eficaz' y un 30% califica como 'muy eficaz' un posible reducción de tipos.Sin embargo, el BCE ha optado por una política antagónica a la de su homólogo estadounidense. Desde que estalló la crisis crediticia el pasado verano, la Reserva Federal ha rebajado tres puntos los tipos de interés en Estado Unidos.