Mastercard recurre la orden de Bruselas contraria a las tasas de intercambio
Mastercard no permanece de brazos cruzados. La plataforma de tarjetas comunicó ayer su intención de recurrir la orden de la Comisión Europea de suprimir sus tasas de intercambio.
El pasado diciembre, la responsable de Competencia Neelie Kroes conminó a la compañía a 'retirar su sistema multilateral de comisiones en un plazo de seis meses' o afrontar una multa de hasta el 3,5% de su facturación mundial. Tras cinco años de investigaciones, Bruselas considera que las tasas 'inflan los costes para el vendedor sin reportar ninguna ventaja para él ni para los consumidores'. Pero eso, Kroes llegó a definirlas como 'un impuesto al consumo'.
La firma de medios de pago disiente totalmente de este planteamiento. Mastercard opina que el sistema no puede operar sin un acuerdo económico entre los bancos que emiten las tarjetas y los dueños de los datáfonos donde se efectúan las transacciones. El grupo recuerda que tras su salida a Bolsa, en 2006, no es una asociación y rechaza que sus tarifas sean una restricción a la competencia en la UE. Mastercard apuesta porque 'sea el mercado y no los reguladores, quienes tomen las decisiones clave, como la cuantía de las tasas de intercambio y los medios de pago que deben aceptar los comerciantes'.