Bruselas investiga el litigio entre Sacyr y la CNMV francesa por el 'caso Eiffage'
La oferta de compra de Sacyr sobre Eiffage tiene dimensión comunitaria y, como tal, la Comisión ha comenzado a actuar de oficio en el enfrentamiento que la empresa española mantiene con el regulador galo de los mercados financieros (AMF) por frenar la operación.
La AMF ya ha enviado a la Comisión Europea su documentación sobre la paralización de la opa de Sacyr sobre Eiffage. Ahora la Comisión requiere nuestra interpretación'. Este fue todo el argumento que Luis del Rivero, presidente de Sacyr Vallehermoso, aportó ayer sobre el conflicto que su empresa mantiene con Eiffage y la propia AMF. Fue durante la presentación de resultados celebrada en la Bolsa de Madrid.
Ni una palabra en torno al consorcio que valora lanzar una oferta por el 33% que Sacyr declara en la constructora gala. Tampoco quiso poner precio a ese paquete, ni hablar de sus expectativas sobre los juicios que Sacyr tiene abiertos en Francia contra regulador y constructora.
Del Rivero sólo puso sobre el tablero la pieza de la Comisión Europea, dando por sentado que es Bruselas, y no los tribunales galos, quien debe decidir en torno a la opa lanzada en abril de 2007 por el 100% de Eiffage.
Sacyr recibió el pasado viernes un requerimiento de información remitido por la Comisión. Su primer ejecutivo no quiso entrar en matices, pero dejó entrever que, tras el reciente visto bueno de Competencia a la opa, es la Comisión de Mercado Interior la que ha tomado parte. Días atrás los pequeños accionistas españoles con intereses en Eiffage, representados por la Aemec, se dirigieron a ese departamento para que revisara la actuación de la AMF, a la que Sacyr ha tachado en distintas ocasiones de parcial.
Sin respuesta a Roverato
También se quedó sin respuesta el presidente de Eiffage, Jean François Roverato, quien hizo alusión el viernes a una reunión en El Elíseo, con la intermediación del presidente Sarkozy, y a la imposibilidad de acordar con Sacyr la evacuación española del capital de Eiffage.
Según Roverato, su primer accionista quiere cambiar el 33% de los títulos por la gestora de autopistas APRR, por una suma económica que ronda los 85 euros por acción o, simplemente, quedarse con Eiffage al precio estipulado en su opa. Tres puntos que, a juicio del ejecutivo francés, entran en conflicto con la posición que mantiene la gala en el Tribunal de Comercio de Nanterre. æpermil;sta acusa a distintos accionistas españoles de actuar en concertación para hacerse con el control de la compañía.
Sobre el futuro de Sacyr en Francia, la presentación de resultados de ayer hace pensar más en que se prepara una salida que en la compra de Eiffage. De hecho, en las previsiones económicas no se tiene en cuenta el impacto de una posible integración del 100% de la tercera constructora gala. 'En nuestros previsiones no entran hechos cuyo futuro no está claro', matizó Luis del Rivero. En esa línea declaró que no sabe que sucederá en la próxima junta de accionistas de Eiffage, que debería celebrarse a mediados de abril. Sacyr pidió su incorporación al consejo de administración en las dos últimas citas, 2006 y 2007, pero omite desvelar su estrategia si llega a la próxima junta con el 33%.
Crecimiento del 5% al 10% para 2008
Sacyr prevé un crecimiento en facturación del 5% al 10% en 2008. El área de construcción debería rozar el 9% de alza, mientras el negocio de la promoción de viviendas, a través de Vallehermoso, se mantendrá o caerá ligeramente.La oferta pública de valores de la concesionaria Itinere se mantiene para el primer semestre de 2008. Los fondos (se esperan más de 1.000 millones) irán a reducir deuda.Vallehermoso ha visto caer la valoración de sus activos un 10,6% en el último año. Se debe, según Sacyr, a la descompensación entre las ventas de viviendas o centros comerciales y la escasa compra de suelo.El beneficio neto de Sacyr ha aumentado un 74,5% en 2007, hasta 946,4 millones. El 20% en el capital de Repsol aporta 417,3 millones de euros; el 33% en Eiffage ha sumado 273,5 millones al beneficio.La cartera del grupo asciende a 87.303 millones, con un Ebitda latente de 54.704 millones. La deuda, por su parte, es de 19.726 millones (el 59,6% del valor de los activos), de los que 1.646 millones corresponden a deuda corporativa.