La solidez de la banca española
Resulta paradójico que el sistema financiero español tenga que estar demostrando a estas alturas su solvencia. Ayer les tocó el turno al director general de Supervisión del Banco de España, Javier Aríztegui, y al presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás. Mientras en Reino Unido, Francia, Alemania, EE UU o la mismísima Suiza muchos bancos han reducido drásticamente sus resultados por la fiebre subprime, en España su crecimiento ha rondado el 20%. Además, la tasa de morosidad está muy por debajo y los ratios de solvencia muy por encima de los de sus competidores europeos o estadounidenses.
Sin embargo, desde cierta prensa anglosajona, tal vez influenciada por la crisis del Northern Rock, se insiste en poner en duda la solvencia de la banca española en su conjunto y, más en particular, de las cajas. Primero con insinuaciones sobre que algunas entidades podían seguir la senda del banco hipotecario inglés y, luego, con acusaciones de haber aumentado las peticiones de liquidez al BCE. Sobre lo primero, no existe ningún indicio que pueda demostrar el mal estado de ninguna caja española y, sobre lo segundo, los financieros españoles están en el mismo derecho que el resto de los europeos a recurrir al BCE.
Esta inexplicable campaña está surtiendo efecto y las cajas españolas han tenido que poner en marcha un road show por Europa para demostrar a los inversores su solidez financiera. Es posible que la desaceleración de la economía española se deje notar en la actividad financiera y quizá se puedan producir hechos puntuales de créditos fallidos, especialmente en el sector inmobiliario, pero en ningún caso se puede poner en duda al sistema español en su conjunto.
Por eso es si cabe más frustrante que oír cómo el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, dispara insinuaciones contra alguna caja sin nombrarla. Así da pábulo al rumor con una irresponsabilidad que únicamente perjudica a la banca española en su conjunto. Es una negligencia que raya en la insensatez y no justifica el hecho de buscar votos para un partido serio.