Los hoteleros confían en que se mantengan a salvo sus intereses
El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Joan Molás, señaló ayer que espera que la retirada de Fidel Castro no interfiera en la relación cordial con las autoridades cubanas. 'Prevemos que todos los intereses españoles sigan manteniendo la buena relación que hemos observado hasta ahora', aseguró. Molás, que preside la confederación en la que están asociadas las grandes cadenas españolas con intereses en las islas (NH, Sol Meliá o Barceló, entre otros), señala la importancia de que las cosas no cambien, puesto que Cuba es el tercer destino de la inversión española en infraestructuras hoteleras, tan sólo superado por República Dominicana y México.
Todo ello pese a que las empresas extranjeras que promueven hoteles están obligadas a crear empresas, en las que el Gobierno cubano tiene un participación obligatoria del 50%. 'Por los lazos de amistad que nos unen espero que Cuba encuentre el camino para ser un país en el que se respeten todos los derechos y libertades fundamentales', señaló.
Desde las principales cadenas hoteleras y agencias de viajes españolas, los responsables de comunicación han sido más parcos en sus declaraciones. Fuentes de Barceló explicaron que la empresa 'nunca hace declaraciones sobre acontecimientos políticos'. En la misma línea, desde el grupo Globalia (propietario, entre otros, de Viajes el Halcón), sostienen que 'se trata de un asunto político', sobre el que no manifiestan ninguna postura. Por su parte, la cadena hotelera Riu recuerdan que la firma dejará su último hotel en la isla el próximo 30 de abril, por lo que los cambios no les afectan.