Las inversiones, a medio plazo
La montaña rusa con que la Bolsa ha comenzado el año es la mejor señal de la volatilidad que los mercados de renta variable van a presentar, al menos, a corto plazo. El panorama es tal que ha obligado a las entidades asesoras a introducir cambios hasta en su método de trabajo: los comités de mercado para revisar las carteras, que antes se reunían con periodicidad trimestral, han pasado a ser semanales. En otras palabras, la agilidad gana espacio.
Sin embargo, esa flexibilidad no es sinónimo de inversiones a corto plazo. La elevada volatilidad hace que los analistas adviertan del riesgo de las inversiones de escaso recorrido, porque están convencidos de que la situación se mantendrá los próximos meses. Se trata, por tanto, de ir corrigiendo el tiro según evolucione el mercado, pero siempre con la meta inversora a medio o largo plazo.
El riesgo, como factor básico a considerar en la inversión, adquiere especial relevancia en el marco actual de grandes fluctuaciones. Por eso, el inversor debe tener en cuenta más que nunca el que está dispuesto a asumir. Un mercado bajista puede ser el origen de inversiones muy rentables. Es cierto que los expertos ven con mesura las posibilidades que se abren a los inversores, pero también que conocen las pautas para moverse en estas aguas. Los objetivos son empresas con perfil defensivo por su diversificación y de escasa dependencia del consumo, de elevadas capitalización y rentabilidad por dividendo. Y también de valoraciones baratas, siempre que ésta no sea la única razón.
Las operaciones corporativas en ciernes mantienen abierta la elevada capacidad generadora de ganancias para el accionista que ha marcado la última era de la Bolsa española. Una locomotora que previsiblemente se mantenga al ralentí hasta pasadas las elecciones generales del 9 de marzo, pero que seguramente volverá a acelerar una vez que se despeje el panorama político, y siempre que el resultado en las urnas no desemboque en un empate que dificulte la formación rápida de un Gobierno estable.
