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Precampaña electoral

Gobierno y oposición aprovechan el superávit en la precampaña

El PP elude precisar el calendario de su reforma fiscal así como las deducciones en el IRPF

Las rebajas fiscales como ayuda a la familia y al contribuyente en general, utilizadas como gancho electoral, han entrado de lleno en la precampaña para los comicios generales del 9 de marzo. Las ofrecidas hasta ahora por el Partido Popular (reducción del IRPF y del impuesto sobre sociedades, desaparición del impuesto del patrimonio y del de sucesiones) son dificíles de cuantificar por su escasa concreción (falta por aclarar qué ocurre con los mínimos exentos de tributación y las deducciones de cada impuesto). Sin embargo, las aprobadas por el Ejecutivo en los últimos siete meses junto con las últimas medidas 'estrella' que ha incluido en el programa socialista sí se pueden cuantificar con claridad.

Sólo la devolución tributaria de 400 euros por contribuyente a través del IRPF, anunciada el domingo por José Luis Rodríguez Zapatero, puede tener un coste recaudatorio al erario público cercano a los 5.500 millones de euros, teniendo en cuenta los más de 16 millones de contribuyentes con que en la actualidad cuenta el impuesto. Hay que tener en cuenta que esta ayuda (similar al plan previsto por Bush en EEUU para reactivar el consumo) se considera un 'pago único' a cobrar el próximo mes de junio, y vinculado a que el PSOE gane las elecciones. Por tanto, no se consolidará para próximos ejercicios.

Además, en los últimos meses, el Gobierno ha aprobado una serie de medidas de incentivo, ligadas también directa o indirectamente al sistema tributario. La más importante de todas ellas es el conocido como cheque-bebé una medida de impulso a la natalidad que ha comenzado a generar derechos para los nacidos desde julio pasado. El Ejecutivo prevé que durante este año nazcan o sean adoptados en España casi medio millón de niños (470.000 son las cifras del INE). Los padres pueden solicitar desde diciembre 2.500 euros por cada uno de ellos, que se abonarán, a través del Ministerio de Hacienda o del Ministerio de Trabajo, en función de si el contribuyente en cuestión trabaja o no. Tal medida tendrá un coste al erario de 1.240 millones de euros, sólo para 2008.

Los populares prometen en su programa rebajar un punto el tramo autonómico del IRPF y mejorar las ayudas a las familias

Otras dos medidas aprobadas recientemente son la ayuda directa al inquilino por arrendamiento de vivienda (210 euros al mes) más una deducción fiscal al mismo (en función de la renta) por alquiler. Ambas supondrán otros 800 millones de euros de coste este año para las arcas del Estado según cálculos de los Ministerios de Vivienda y de Hacienda.

Si se suman todas estas medidas (las ya aprobadas en los últimos siete meses más la prometida por el PSOE como devolución tributaria), la cuantía total supera para este año los 8.000 millones de euros, una cifra que equivale al 35% del superávit fiscal generado por el conjunto de las administraciones públicas (Estado, Seguridad Social, comunidades y municipios) en 2007. Según las últimas estimaciones aún no cerradas del Ejecutivo este superávit habría ascendido el pasado año al 2,3% del Producto Interior Bruto, en torno a los 23.000 millones de euros.

No todos los dirigentes del PSOE ven bien la devolución de 400 euros por contribuyente. UGT tampoco la ha acogido con simpatía. Su secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, negó que se trate de una medida progresiva y advirtió de la pérdida recaudatoria para el Estado. No obstante, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, defendió ayer todas estas propuestas. Para observar la lógica electoral con la que ha actuado el Gobierno en esta ocasión, conviene acentuar las explicaciones ofrecidas ayer por el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, para argumentar la defensa de estas ayudas. Caldera señaló que los 400 euros servirán, por ejemplo, para hacer frente al incremento, en el último año, del coste de una hipoteca media de 150.000 euros, cifrada en unos 480 euros (40 euros al mes). El ministro mantuvo que la rebaja que propone el PSOE está encaminada a 'favorecer más a quienes menos tienen'. A su juicio, la medida es 'muy progresista' y 'dejará prácticamente exentos del pago del IRPF a las personas que individualmente estén en el tramo de los 11.000 ó 12.000 euros de ingresos por año'.

Más incógnitas

Uno de los principales interrogantes de la propuesta fiscal formulada por el PP es el calendario en el que sería desarrollada, teniendo en cuenta que la próxima legislatura comenzará en abril y finalizará en 2012. Además, de la oferta fiscal del PP faltan por conocer detalles de interés para que pueda calcularse con fundamento su coste, aunque Hacienda lo cifra a vuela pluma entre 30.000 y 35.000 millones de euros. En los borradores que maneja la dirección del partido consta el compromiso de aumentar la base de cálculo de los mínimos familiares, al menos, en un 40%. Eso supondría un aumento de los incentivos fiscales a la familia cercano al 20%. La medida beneficiaría a 7,1 millones de familias con hijos. Además, el PP se compromete a revisar su importe todos los años para actualizarlo.

En síntesis, la reforma esbozada por el líder del PP, Mariano Rajoy, deja exentas del IRPF todas las rentas de trabajo por debajo de los 16.000 euros. Además, este impuesto incluiría una rebaja adicional de hasta 1.000 euros anuales para las mujeres trabajadoras. La iniciativa, según los cálculos del equipo económico del PP, haría que las trabajadoras ganen hasta 75 euros más al mes, de forma que se verían beneficiadas tres millones de contribuyentes.

Gracias a la nueva tarifa del impuesto, que constaría de tres tramos, también se reduciría la carga fiscal de los contribuyentes. El PP establecería tres tipos marginales: 20%, 30% y 40%. 'La nueva tarifa garantizaría una reducción efectiva del impuesto a todos los contribuyentes, de manera que ninguno pagara un tipo impositivo mayor al que hoy se le aplica', se afirma en el primer partido de la oposición.

En el borrador del programa, el PP se propone apostar por la simplificación de las obligaciones fiscales para los trabajadores y pensionistas y promete mejorar el sistema de retenciones para que se ajuste lo más posible y desde el primer día a la tributación real de cada contribuyente. Para conseguir este objetivo, la Agencia Tributaria diseñaría un sistema que permita que la gran mayoría de los trabajadores dejen de presentar declaración de la renta, simplificando así su relación con la administración tributaria. A partir de los cálculos realizados por el PP, el nuevo IRPF permitiría que cuatro de cada diez contribuyentes, los que menos ingresan por rentas del trabajo, dejen de pagar el tributo.

El objetivo de esta reforma, argumenta el PP, es que un trabajador que gane 22.000 euros al año ahorre, con el nuevo impuesto, en torno a 850 euros anuales. En el caso de una pareja en la que los dos trabajen, con dos hijos y unos ingresos totales de 45.000 euros anuales, la finalidad sería que este ahorro alcanzara los 3.000 euros.

El PP se propone también rebajar un punto el tramo autonómico del IRPF y reforzar su política de familia con ayudas de 500 euros por nacimiento, 300 por familia numerosa y la asunción del 30% de los gastos de guardería.

La reforma de Sociedades

Como en campaña electoral el contraataque es importante, Jesús Caldera señaló ayer que aplicando las propuestas fiscales anunciadas por el PP, una familia que gane menos de 17.700 euros, obtendría una rebaja fiscal de menos de 400 euros, mientras que 'al señor Manuel Pizarro le supondría 180.000 euros' menos a pagar. 'Y es que, con la reducción del tipo máximo que proponen los populares, del 43% al 40%, Pizarro con sus más de 6 millones de ingresos en 2007 dejaría de pagar 180.000 euros. Sin embargo' añadió el ministro, 'con nuestra propuesta sólo se beneficiaría en 400 euros, como todos los demás'.

La responsable de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero, arremetió también ayer contra Manuel Pizarro: 'La devolución de 400 euros a todos los contribuyentes prometida por el presidente del Gobierno, le puede parecer un regalito a una persona que, como él, ha ganado 15 millones de euros en un año, pero supondrá un beneficio apreciable para la mayoría de los españoles, que verán mejorada su renta disponible', aseguró la dirigente socialista.

En lo que es la concreción de la oferta fiscal, el PP le saca ventaja al PSOE en lo que afecta al impuesto sobre sociedades. Mientras que este último partido sólo se ha comprometido genéricamente a continuar en la tendencia de rebajas conocidas en esta legislatura, Rajoy ha precisado su intención de reducir el tipo general hasta el 25%, que sería del 20% para las pymes. En el supuesto de que las empresas se sumaran a un acuerdo nacional de competitividad, el tipo general del impuesto podría rebajarse, incluso, hasta el 20%.

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