Menor crecimiento económico ¿mundial?
Estas últimas semanas han sido muy esclarecedoras acerca de la actual situación macroeconómica, y por tanto de las políticas monetarias de los principales bancos centrales mundiales. Por un lado, los datos macroeconómicos estadounidenses siguen siendo lo suficientemente débiles como para que el mercado no sólo descuente que la Reserva Federal volverá a las bajadas de medio punto en su reunión del próximo 30 de enero -tras dos de un cuarto-, sino que además se recoja incluso cierta probabilidad de que la Fed no quiera o pueda esperar hasta entonces, y este recorte se produzca en próximos días. Y no sería la única rebaja, ya que se espera que estos recortes se prodiguen a lo largo de todo el año terminando el 2008 con los tipos casi dos puntos porcentuales por debajo de los actuales.
Y eso no es todo, ya que a este estimulo monetario se espera que siga -con la mayor brevedad posible- otro fiscal que ayude a recuperar la deteriorada confianza del consumidor estadounidense, al que la subida de los precios de la gasolina y la caída de los precios de la vivienda y mercados bursátiles le esta quitando el sueño (y las ganas de gastar). El debate sobre si la actual ralentización acabará en recesión o no sigue abierto, pero lo que parece evidente es que la economía estadounidense crecerá este año a niveles muy inferiores a los que nos tiene acostumbrados.
¿Y el resto del mundo? Hay dos cosas que parecen claras. Por un lado la economía mundial, debido en gran parte a los países en desarrollo -si se puede seguir denominando así a los BRIC-, seguirá creciendo a tasas más que razonables a pesar de cierta desaceleración.
Sin embargo, también parece cuando menos ilusorio pensar que economías como la europea se mantendrán al margen de esta ralentización de la economía de EE UU, dado también el efecto de ésta en el tipo de cambio del euro. ¿Y las buenas noticias? Pues que con la economía global en esta tesitura, el temido euríbor debería tender a descender, aunque de forma muy gradual, a lo largo del año.
Antonio Villaroya. Jefe global de estrategia de tipos en Merrill Lynch