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Los lunes de los fondos

Balance y lecciones de 2007

Los fondos en los que el inversor ha asumido más riesgo han cerrado con mayores alzas

Cuando ya tenemos los datos definitivos de cierre del pasado año 2007 se impone hacer balance del mismo y extraer también algunas lecciones que nos ayuden a obtener una mayor satisfacción de nuestras inversiones en fondos en este ejercicio y los venideros.

Una rápida visión de los rankings de categorías de fondos del sistema de clasificación de Lipper para el mercado español pone de manifiesto que en esta ocasión el binomio de 'a mayor riesgo mayor rentabilidad potencial' se cumplió plenamente. Los fondos que invierten en bolsa india, china y brasileña se colocaron en este mismo orden como los más rentables del año. Fueron las tres únicas categorías de fondos que superaron el 40% de rentabilidad en euros, con la rentabilidad media de los fondos de renta variable india llegando incluso hasta el 51%.

No debería ser ninguna sorpresa si tenemos en cuenta que las opciones de riesgo suelen comportarse mejor en escenarios alcistas, y en esta ocasión sí lo fue. En primer lugar, si hacemos un compendio de los principales índices bursátiles desarrollados observamos que apenas se situaron en positivo pero donde realmente se encuentra la sorpresa es que muy pocos hubieran aventurado estos resultados en el supuesto de una crisis como la desatada el verano pasado.

En definitiva, tres de los más importantes mercados emergentes, todos ellos integrantes por cierto de lo que se ha dado en llamar zona BRIC, 'emergieron' de la crisis subprime con fortaleza renovada, mientras los índices norteamericanos y europeos se resentían. La razón fundamental aducida no es otra que la teoría del desligamiento entre las economías de Estados Unidos y las emergentes. En este punto es donde cabe recordar al inversor que debe ser prudente siempre pero más si cabe ante ganancias de este calibre. Ineludiblemente, los excesos siempre terminan corrigiendo y esto nos lleva a otro de los hechos destacados del año.

Este no es otro que la crisis del mercado crediticio como consecuencia de la exuberancia irracional de los últimos años y que se desató a mitad de 2007. Prácticamente, la mayoría de movimientos presenciados en el mercado de fondos desde entonces se encuentran ligados en parte a ese fenómeno.

Sin embargo, algunos de los activos más afectados en términos relativos no fueron precisamente los que tienen una relación más obvia y directa. Por supuesto, datos como que los fondos de bolsa del sector inmobiliario europeo y del sector financiero se sitúen con las minusvalías más abultadas (25% y 15% de pérdida media respectivamente) o que los fondos de renta fija high yield en euros hayan terminado con una pérdida media del 2,6% son de una lógica aplastante en este entorno. No obstante, que los fondos monetarios tradicionales o los fondos monetarios dinámicos hayan sido víctimas también, escapa a la lógica del inversor de la calle.

Sin embargo, era más que previsible y se venía advirtiendo por algunos analistas independientes que los fondos monetarios dinámicos sufrirían si los mercados de crédito y de renta variable cambiaban su tendencia. El resultado del año, que registró una rentabilidad media del 0,41% para estos fondos, habla a las claras del fracaso de este producto en 2007 cuando lo que se espera del mismo es una rentabilidad ligeramente superior a la de los monetarios tradicionales o de lo que se da en llamar tasa libre de riesgo, como el euríbor a corto plazo por ejemplo. Algunos inversores incluso tuvieron la mala fortuna de estar invertidos en determinados fondos monetarios dinámicos que incurrieron en considerables pérdidas, por su exposición a activos relacionados con el mercado inmobiliario.

Los fondos monetarios tradicionales sorprendentemente también se vieron afectados aunque lógicamente en mucha menor medida. Su rentabilidad media del 2,86% fue claramente inferior a la esperada, en un entorno de tipos alcista como el vivido y que debería haber conducido a rentabilidades superiores al 3%. La causa no fue la tenencia por determinados fondos de gran cantidad de papel comercial, como pagarés de empresa o cédulas, que poseen cierta exposición al crédito y al sector inmobiliario.

La lección para el inversor es que los monetarios tradicionales son un excelente producto en tiempos de crisis pero es clave que sus inversiones se concentren prácticamente en exclusiva en deuda del Estado a muy corto plazo.

El mercado de fondos de inversión disfruta de tantas categorías y tipos de activos que necesitaríamos un amplio anuario para poder repasarlas todas con algún detalle, por lo que terminaré con el punto por el comencé: los emergentes. Sin duda, el estado de salud de una mayoría de economías emergentes es envidiable y poco parecido al experimentado durante muchas décadas pasadas, pero no les conduzca ello al engaño. Rentabilidades de dos dígitos elevadas no son sostenibles por más de unos pocos años y una potencial recesión en Estados Unidos rompería de manera brusca con el ciclo alcista emergente.

La desaceleración constatada en Singapur en estos días pasados debe ser mirada con lupa y extendida a todos los países del área. Es todo un aviso para navegantes.

Análisis. Asia, el gran triunfador

Los fondos de Bolsa india y de Bolsa china se sitúan a la cabeza del pasado año pero no son los únicos países asiáticos que cuentan con lugares de privilegio.

Los que invierten en renta variable de países asiáticos más pequeños y/o exóticos también se cuelan entre los más rentables.

Así, fondos de Bolsa de Indonesia, Malasia o Corea superan ampliamente el 20% de ganancia media.

Por ello, el continente asiático se sitúa como el gran triunfador del 2007, tras algún año en el que los acelerados crecimientos económicos no acababan de tener su reflejo en Bolsa.

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