_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Más equilibrio, menos crecimiento

La economía española continúa con la suave moderación iniciada en el segundo trimestre. El INE confirmó ayer el crecimiento del 3,8% del PIB en el tercer trimestre, lo que supone un ritmo alto, especialmente si se compara con el del resto de los países de la UE. En el apartado de distribución de las rentas, esta evolución de la economía trae de la mano un doble reflejo que cabe destacar: los beneficios empresariales siguen creciendo a buen ritmo y, paralelamente, la remuneración por trabajador gana terreno. De hecho, el poder adquisitivo ha crecido más de un punto, según los cálculos del Gobierno, un nivel no alcanzado desde los noventa.

Analizando su composición, el crecimiento de la demanda interna cae cinco décimas (hasta el 4,4%) tanto por un empeoramiento del consumo de las familias como por la inversión, que rebaja su ritmo tanto en construcción como en bienes de equipo. Sin embargo, el descenso se compensa parcialmente por una mejora del sector exterior que reduce de nueve a seis décimas lo que resta al crecimiento del PIB. La buena noticia es que esta mejora se da principalmente por el tirón de las ventas de productos y servicios españoles en el exterior, aunque también se deba a cierta moderación en las importaciones. Como remarcó ayer el ministro de Economía, Pedro Solbes, si se mantiene este equilibrio entre la demanda nacional y exterior se irá en la buena dirección. Sobre todo, si en 2008 se crece en torno al 3% de previsión oficial.

La suavidad de esta desaceleración de la economía española está, sin embargo, condicionada a la incertidumbre que pesa sobre la estadounidense. Las previsiones para el año que viene de analistas, instituciones internacionales, Gobiernos y bancos centrales están sujetas al efecto que la crisis de la subprime tenga sobre la actividad de EE UU. Y los vientos son inciertos. La Reserva Federal (Fed) acaba de añadir una dosis de pesimismo. Las actas publicadas este martes de su última reunión -cuando recortó un cuarto de punto los tipos, al 4,5%- reducen las previsiones de crecimiento para 2008 al 1,8%-2,5%, desde el 2,5%-2,75%.

Las Bolsas, en una reacción precipitada el mismo martes, acogieron los datos de la Fed con alegría al entender que anticipa nuevas rebajas de tipos. Pero ayer reaccionaron con fuertes caídas cuando los inversores entendieron que quizá la economía de EE UU esté más tocada de lo que parece. El Ibex se dejó ayer un 2,14%, la mayor caída en los dos últimos meses.

Un debilitamiento en la actividad de EE UU repercutirá negativamente en la economía mundial y afectaría, sobre todo, a países exportadores como Alemania o Francia, mercados vitales para el sector exterior español. Pero a la incertidumbre sobre la actividad americana se suman las propias sobre la economía española, entre las que la elevada inflación no es la más pequeña. Pese a que la caída en el tercer trimestre del crecimiento de la inversión en construcción ha sido menor de lo esperado, podría incrementarse en los próximos meses, y a la industria parece costarle tomar el relevo. Igualmente, la productividad no mejora. Según la Comisión Europea, sigue lejos de la media de la UE. En 2007 y 2008 subirá ligeramente al 0,8%, pero volverá a caer en 2009. Hay trabajo por hacer.

Más información

Archivado En

_
_