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Crisis crediticia

Goldman prevé que la crisis reste dos billones en crédito en EE UU

La crisis crediticia nacida de la de las hipotecas subprime forzará a las entidades de crédito a rebajar el valor de sus préstamos un mínimo de dos billones de dólares (1,36 billones de euros). Esta es la cuenta que deduce en un reciente estudio Jan Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs. Su conclusión es que EE UU corre el riesgo de una 'recesión sustancial' si este crédito desaparece del mercado en un año. Si el proceso toma entre dos y cuatro ejercicios 'habrá un largo periodo de lento crecimiento'.

Para llegar a este cálculo, Hatzius parte de la estimación 'razonable' de que las pérdidas por hipotecas sumen en torno a 300.000 o 400.000 millones de dólares, una cifra que es 'como un mal día en el mercado de valores'. En la Bolsa, el efecto de pérdidas de este tamaño sería pequeño porque la mayoría de los títulos están en manos de inversores a largo 'que no ajustan carteras en respuesta a una pérdida de capital', recuerda el analista.

Estas pérdidas crediticias son más importantes que un mal día en la Bolsa por que buena parte de las hipotecas 'están en manos de inversores muy apalancados que tienden a reducir su balance agresivamente como respuesta a la pérdida de capital', explica más adelante.

Hatzius dice que, como norma, los bancos reaccionan a una reducción de precios que les elimina un dólar de su capital reduciendo en 10 dólares sus préstamos. En el caso de los intermediarios la reacción es mayor. Este analista supone que las instituciones financieras apalancadas sufrirán pérdidas de 200.000 millones. Para él, y con un cálculo conservador, si todos los bancos reaccionan igual el resultado es la eliminación de dos billones.

Un gran shock

Es 'un gran shock', dice Goldman, pues supone el 7% de la deuda total de los sectores no financieros americanos (hogares, compañías no financieras y Gobierno).

La banca en EE UU está pasando por un momento en el que es difícil asumir más pérdidas. De momento se calcula que las provocadas por créditos hipotecarios suman 50.000 millones de dólares y las mayores instituciones ven cómo el rendimiento de sus bonos les ha disparado el coste de su deuda como no ocurría desde hace 10 años.

Goldman cree que el escenario más oscuro no se materializará si los reguladores piden a instituciones bien diversificadas que continúen prestando pese a las pérdidas o que las firmas afectadas puedan captar más capital por parte de entidades no apalancadas. Una opción es el capital de la banca china.

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