Sarkozy propone un impuesto europeo para los países que no cumplan con Kioto
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pidió ayer a la Comisión Europea la creación de un impuesto sobre los productos importados de países que no respeten el protocolo de Kioto, tras la maratoniana sesión de negociaciones entre sindicatos, organizaciones ecologistas y Gobierno, que quiere reorientar la economía gala hacia un modelo sostenible.
En su ya habitual tono apocalíptico y flanqueado por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y por el recién galardonado con el Premio Nobel de la Paz, el ex presidente estadounidense Al Gore, Sarkozy desgranó una apabullante batería de medidas medioambientales que quieren elevar el país vecino a socio europeo 'ejemplar' de un desarrollo sostenible.
El impuesto en cuestión quiere responder al 'dumping medioambiental' que, según Sarkozy, practican aquellas empresas de países extracomunitarios exentos de cualquier tipo de exigencia para la reducción de emisiones de CO2. 'Nosotros hemos impuesto normas medioambientales a nuestros productores, no es normal que nuestros competidores puedan estar totalmente exentos de ellas. Es desleal', dijo Sarkozy.
En más de una hora de discurso, el presidente francés desgranó su propio'plan Marshall', expresión del galardonado Al Gore, para Francia, orientado a convertir las exigencias medioambientales en una inversión de futuro. Sarkozy anunció la suspensión de los cultivos transgénicos resistentes a pesticidas y pidió a su ministro de Agricultura, Michel Barnier, la creación de un plan para reducir en un 50% el uso de pesticidas en una década. En materia energética, Sarkozy dio continuidad a la opción francesa por la energía nuclear. 'Sería ilusorio asumir el reto climático sin la energía nuclear, a menos de renunciar al crecimiento', aseguró.