Lecciones desde Airbus
Con un retraso de más de año y medio, Airbus entregó ayer su primer superavión A-380, la mayor aeronave comercial de la historia. La importante demora, que en su momento supuso un desplome del valor de la matriz EADS y considerables pérdidas para Airbus, no debe ocultar que a pesar de las dificultades ha funcionado el grupo industrial europeo, en el que España juega su papel. Pero tampoco debe esconder lo dañino que resulta que los intereses políticos intervengan en las empresas, ni tapar que las bicefalias suelen atraer dificultades a la gestión, y más si son precisamente por motivos políticos. Tan dañino para una empresa como beneficioso para su competidor, en este caso Boeing, que habrá sabido sacar partido de los problemas de Airbus, especialmente en el área de aviones de tamaño medio.
Aprender estas lecciones es tan urgente como poner todos los medios para evitar casos como la bochornosa utilización de información privilegiada que, con toda desfachatez, hicieron un buen número de altos directivos de la cúpula de Airbus que sabían del retraso.